Pulido, fusionador de arte y vida

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

19 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Así vino a definir Antón Sobral a su colega Antón Pulido a propósito de la apertura de la exposición de éste último. «Ahora ya sabemos a qué se debe ese orondo contorno que luces», le dijo uno de los muchos amigos que se dieron cita en el Centro Social Caixanova. Si las medidas fueran equiparables bien podría decirse que en la sala había tantas arrobas de arte como de amistad.

Allí estaban, entre otros, Ramón Castromil, Luis Espada, Iñaki Martínez, Xesús Alonso Montero, César Cunqueiro, Mercedes Méndez, Luis García Mañá, Cristina Berg, Gerardo González Martín, Nemesio Barxa, Maribel Collazo, Uxía, Alfonso García, José María Fonseca, Carlos Blanco, Ana Legido, Antonio Quesada, Manel Fernández, José María Barreiro, Camino Noia, Javier Buján, Carlos del Pulgar... Y Bieito Ledo y Luis Suárez. A los dos les agradeció especialmente Pulido su inestimable colaboración.

Todos estuvieron de acuerdo con Sobral, en que en Antón se dan las tres condiciones que, según Epicuro, han de juntarse para que un hombre sea feliz: ser libre, tener amigos y comer bien. Dedicó unas palabras Sobral a explicar por qué consideraba que el protagonista reunía la primera condición. Las otras dos estaban a la vista. De hecho, una parte de los presentes (artista incluido) terminaron la velada dando buena cuenta de unas viandas caseras en un mesón de la calle Manuel Núñez.

Sostuvo asimismo Antón Sobral que Pulido las tiene todas. O casi. Como el de Lalín, dijo, domina la técnica, la calidad de su pintura es incuestionable y desborda bondad. «Siempre está dispuesto a prestar ayuda a otros artistas. Sabe mucho de fusionar arte y vida», dijo. Por si fuera poco, añadió, está en posesión del antídoto contra el consumismo: la creatividad.

Aún tuvo Antón Pulido una dosis extra de afecto, en este caso en forma de música. El gaiteiro es un tema recurrente en su obra, también presente en esta colección que vio la luz el jueves. Y fue precisamente un gaiteiro, Óscar Ibáñez, el que abrió y cerró el acto con un alalá y sendas muiñeiras.

Un único pero hay que ponerle al poder de convocatoria de Pulido, y es que obliga a una segunda visita a la sala si, de verdad, se quiere saborear la exposición. Es lo que tiene tamaña concentración de amigos por metro cuadrado.

Cada nueva edición del concurso de Miss España salta la alarma mediática entre los programas que se hacen eco del evento. Que si las chicas no comen lo debido, que las someten a unos horarios infernales... Pero no todo en la vida de la miss es estrés. Las 52 candidatas, entre las que figura la viguesa Carmen Rodríguez, a la sazón Miss Pontevedra viajarán en febrero a la República Dominicana para preparar la gala nacional.

El Certamen Miss España ha elegido como punto de encuentro Boca Chica, considerado el arrecife protegido más grande del Caribe. Las chicas tendrán la oportunidad de viajar por la isla y bañarse en sus cristalinas playas. Un magnífico plan para el que ya está haciendo las maletas Carmen Rodríguez, que confiesa que será la primera vez que salga de la península: «Me hace mucha ilusión», dice. De momento, sólo ha elegido uno de los trajes que llevará a este viaje y también al de Castellón. Quiere estar espectacular.

La organización del certamen le ha obligado a aparcar sus estudios de Empresariales, pero no le importa. Está convencida que, de tener suerte en el concurso, podrá compaginar ambas cosas. «Siempre me quise presentar al certamen, desde que era pequeñita. Creo que me ha llegado en el mejor momento». Si ella lo dice... Y que siga la racha.