El diseño del nuevo mobiliario urbano provocó agrios enfrentamientos en la corporación viguesa
27 dic 2007 . Actualizado a las 11:09 h.El gobierno vigués finalmente ha dado su visto bueno a la colocación de las nuevas marquesinas del transporte público que han sido diseñadas por el arquitecto Norman Foster por encargo de la multinacional J.C.Decaux, que en mayo logró renovar el contrato del mobiliario urbano de Vigo. Queda así resuelto el incidente originado por la decisión del PP, que días antes de abandonar el gobierno local autorizó a la empresa a colocar marquesinas de metal pintado en lugar de acerdo inoxidable. La diferencia entre una y otra es que las primeras corren el riesgo de oxidarse.
El pasado mes de septiembre el actual gobierno descubrió con asombro que las marquesinas no eran las previstas, hasta que al final localizó una carta de un edil del PP que aceptaba el material oxidable. Inicialmente se barajó la posibilidad de instalar las ya fabricadas, pero ante el revuelo, el Concello exigió al concesionario que diera marcha atrás y, aunque fuera con retraso, que el nuevo mobiliario fuera todo de acero inoxidable.
En una primera etapa el Concello tiene previsto colocar 125, aunque cada año se añadirán otras 25, con lo que en el plazo de dos décadas la cifra rondará las 700. De esta forma, el gobierno local confía en que a medio plazo podrá atender las numerosas reclamaciones de marquesinas, un mobiliario fundamental en una ciudad en la que 90.000 personas residen en las parroquias del rural.
Además de marquesinas, el contrato prevé la colocación de 169 pantallas digitales para conocer el tiempo de espera del autobús, ocho aseos públicos, 90 pantallas informativas, 11 puntos interactivos y, por último, 1.500 postes para colocar los horarios de Vitrasa.