Fernando Vázquez vivió su momento más delicado en su primer año como entrenador del Celta justo antes de la jornada undécima, aquel famoso partido de Salamanca. El cuadro vigués ganó y se colocó con 17 puntos en la clasificación tras once jornadas. El actual Celta tiene un punto menos pero además va a tener que hacer unos buenos números próximamente para seguir el ritmo del último ascenso. Además el equipo vigués de la campaña 2004-2005 se encontraba a cuatro puntos del ascenso y ahora está a cinco, y a seis del liderato y ahora está a diez. El problema de los números actuales no es tanto la distancia que ha abierto el Sporting, como la que tienen el Numancia y el Málaga.
Tras aquel triunfo en el Helmántico, el Celta ganó por 0-1 (gol de Contreras) al Córdoba. De este modo, aún venciendo en Anoeta los celestes seguirían sin igualar los números del técnico de Castrofeito. En este mes terrible que le espera al bloque de López Caro, para igualar los números del último ascenso necesitarían un par de victorias y un empate. Estos no serían malos guarismos ya que los celestes deben disputar tres partidos a domicilio. Es muy probable que con estos puntos no le sirviesen para meterse en los puestos de ascenso, pero al menos no perdería comba con ese trío de cabeza.
Perera, que vivió aquel ascenso, lamentaba ayer lo sucedido en la pasada jornada por el efecto moral que hubiese supuesto para el grupo celeste verse a tiro de una victoria de los puestos de ascenso. Ponía el dedo en la llaga y marcaba el objetivo para los próximos partidos. «Ganando nos poníamos muy cerquita de los de arriba. Necesitamos sumar de tres en tres. Ya demostramos en Gijón que podemos ganar en cualquier campo y si bien es cierto que desde que llegó López Caro no hemos perdido, no nos puede llegar con eso».
Por lo demás, aquel Celta de Vázquez no tenía unos grandes números ya que era incapaz de hacer goles con facilidad y su fortaleza se basaba en el aspecto defensivo. En lo mismo que ha incidido López Caro desde su llegada al banquillo vigués. El técnico andaluz ha conseguido en cuatro encuentros sumar seis puntos de los doce posibles. No es un buen balance, pero para un entrenador que acaba de coger a un equipo nuevo parecen más importantes las sensaciones que los números.
Tras el empate ante el Racing, el entrenador jienense afirmó que su equipo había empezado a dominar un área -refiriéndose a la defensiva- y que tenía que empezar a hacerlo con la otra. Desde su llegada, el Celta ha encajado cuatro goles y ha marcado cinco. El balance es muy similar.