La Universidad Popular retrasa el curso al faltar la mitad de profesores

VIGO

03 oct 2007 . Actualizado a las 11:31 h.

La situación irregular de casi la mitad del profesorado de la Universidad Popular debido a los cambios en la ley de contratación ha creado un clima de malestar en el centro hasta el punto de que ya están previstas protestas para este mismo mes. La falta de previsión del Concello ha motivado el retraso del curso.

A este detalle se ha venido a sumar el cese del director en funciones, Jacinto Martín Barreras, lo que deja una vez más huérfana a la Escuela de Artes y Oficios, el mismo día del inicio de la matrícula en el centro.

En principio, la supervisión del centro se ha encargado al funcionario municipal Rafael Ojea, a quien al mismo tiempo se ha nombrado jefe del servicio de Educación. Ojea desarrolló la mayor parte de su trabajo en el Concello al frente del departamento de Patrimonio Histórico y mantuvo siempre su profesionalidad por encima de colores políticos. Sin embargo, en julio del 2005 fue destituido de sus funciones coincidiendo con la emisión de un informe que ponía en tela de juicio algunos aspectos del nuevo Plan General, defendido en aquel momento por PP y BNG.

Ahora, el personal de la Escuela no está en contra del nombramiento, pero reclama un director que se ponga al frente de la institución y que esté en su despacho de forma continua.

Materias

La situación de inseguridad afecta a materias como música moderna, encuadernación, pintura, bolillos, gaita, zanfona, violín folk y canto popular, entre otras, lo que supone cerca de la mitad de la plantilla integrada por 23 profesores.

Los contratos de obra y servicio existentes hasta ahora deberán sustituirse por otra fórmula al quedar eliminados por ley.

En la actualidad los alumnos tramitan las matrículas de estas especialidades sin saber cuando podrán empezar las clases.

El resto lo hará el día 17, también con retraso, teniendo en cuenta que habitualmente el curso comienza a finales de septiembre o principios de octubre. No es la primera vez que la Universidad Popular pasa por una situación crítica. En numerosas ocasiones los responsables municipales han hablado de su revitalización y, al final, todo ha quedado en promesas. Tampoco es la primera vez que queda sin director.