La Unión Europea desperdicia la mitad de los alimentos sanos

andrés losada REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Los eurodiputados proponen vender a menor precio productos caducados

24 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La cifra asusta: se calcula que casi el 50 % de los alimentos comestibles y sanos se desperdician en hogares de la Unión Europea y en supermercados cada año. Mientras, 79 millones de ciudadanos viven por debajo del umbral de la pobreza y 16 millones de personas dependen de las instituciones de beneficencia para alimentarse. La Comisión de Agricultura aprobó ayer un informe que exige medidas urgentes para reducir a la mitad los residuos de alimentos en el 2025.

La resolución, redactada por el socialista italiano Salvatore Caronna y aprobada en comisión por 38 votos a favor y uno en contra, será votada en el pleno de Estrasburgo del 12-15 de diciembre.

Dado que la pérdida de alimentos ocurre en todas las fases de la cadena -productores, procesadores, minoristas, abastecedores y consumidores-, la Comisión de Agricultura ha pedido medidas comunitarias y nacionales para mejorar la eficiencia del suministro de alimentos, sector por sector.

Para evitar que los alimentos lleguen a los minoristas para ser ofrecidos al público muy cerca de su fecha de caducidad, la resolución propone introducir información más clara de hasta cuándo el alimento se puede vender y hasta cuándo se puede consumir. No obstante, la Comisión Europea y los Estados miembros deberían primero asegurarse de que los clientes comprenden de verdad la diferencia entre ambas etiquetas. El uso de dos fechas puede dar lugar a confusión, como ocurre a veces con la fecha de calidad («mejor antes») y de seguridad («usar antes de»).

El envasado de comida debe realizarse en una amplia gama de tamaños diseñados para mejorar la conservación de los alimentos. Aquellos caducados o dañados podrían ser vendidos con precios reducidos, añaden los eurodiputados.

La iniciativa aconseja impulsar campañas de sensibilización contra el desperdicio de comida, y cursos de educación alimentaria en escuelas y universidades explicando cómo guardar, cocinar e intercambiar alimentos.

Las normas de contratación pública en materia de restauración y hostelería deberían actualizarse para garantizar que, siempre que sea posible, los contratos se adjudiquen a empresas de catering que utilizan productos locales, y regalar o redistribuir los restos de comidas en lugar de deshacerse de ellos.

Los diputados también celebraron en su resolución las iniciativas puestas en marcha por algunos Estados miembros para recuperar la comida sin vender y ofrecérsela a los ciudadanos necesitados, y animaron a los comerciantes a participar en dichos programas.