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Un estudio establece que el proceso mental es similar en ambos casos
08 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Los machistas más acérrimos también son racistas. Así parece concluir un estudio realizado por Maite Garaigordobil, catedrática de Evaluación Psicológica de la UPV, que entrevistó a ochocientas personas de 18 a 65 años para saber cómo se presentan estos dos prejuicios.
El informe resume que «las personas con alto nivel de sexismo, tanto hostil (que supone una visión de la mujer como alguien inferior) como benevolente (que implica una percepción de la mujer como alguien débil al que hay que proteger y cuidar), también poseen prejuicios racistas».
Dice Garaigordobil que se trata de procesos mentales muy cercanos basados ambos en creencias generales sobre grupos sociales, es decir, que nacen a partir de los prejuicios. Surgen en personas que aceptan «las jerarquías y las desigualdades sociales», entendiendo que los «grupos tienen el estatus que se merecen», y creen que «la clase a la que pertenecen es mejor».
Obviamente, para ser racista hay que tener además poca sensibilidad intercultural. Suele tratarse de personas que no se implican en la acción con inmigrantes, no tienen ningún interés en conocerlos o relacionarse con ellos les despierta cierta desconfianza.
Sin relación con la autoestima
La otra autora del texto, Jone Aliri, también investigadora de la UPV, señala que el estudio apenas encuentra relación entre la autoestima y el sexismo, algo que sorprendió a las autoras: «Considerando el importante papel que desempeña la autoestima en las relaciones interpersonales, esperábamos hallar correlaciones negativas, es decir, a menor autoconcepto, más sexismo», pero no ocurrió así, al menos en unos niveles que permitan relacionar ambas variables.
El trabajo se basó en una serie de test que plantearon a los voluntarios y una de las conclusiones de este estudio es que se necesita realizar «intervenciones psicoeducativas durante la infancia y la adolescencia para fomentar las relaciones de igualdad entre sexos y el respeto por los diferentes». A menos prejuicios hacia el otro, menos sexismo y, por supuesto, racismo.
investigación los prejuicios como eje de los problemas