La mujer asume el 66 % del trabajo del planeta y recibe el 10 % de los ingresos

Alfonso Andrade Lago
alfonso andrade REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La ONU advierte del lastre social que implica la desigualdad de sexos

30 oct 2011 . Actualizado a las 10:26 h.

Las mujeres asumen el 66 % de la carga laboral del planeta, pero su esfuerzo se traduce en la obtención de solo el 10 % de los beneficios que genera ese trabajo. La desigualdad de sexos lastra social y económicamente al planeta, advierte el informe Población Mundial 2011, publicado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas. De todas las propiedades que existen en el mundo, solo el 1 % les pertenecen a ellas, y no hay más que mirar -prosigue el texto de la ONU- su exigua presencia en los puestos de mando de los diferentes países (19 %) para darse cuenta de cómo esa desigualdad las aleja de las decisiones más importantes.

Y lo preocupante es que ni siquiera las nuevas generaciones logran eludir esta tendencia ancestral. El documento incide en que «las tasas de participación en la fuerza laboral son menores para las mujeres jóvenes que para los varones en todas las regiones, excepto en Asia oriental, lo que refleja la falta de oportunidades que tienen para combinar las responsabilidades del trabajo y de la familia. Y no solamente en el mundo en desarrollo, sino también en el industrializado».

El índice de equidad de género, baremo que la ONU utiliza para constatar precisamente la desigualdad existente, revela la enorme desproporción que existe sobre todo en las zonas más pobres del planeta, en las que tres cuartas partes del desarrollo humano se malogra por ese motivo.

Víctimas de la pobreza

«La persistente desigualdad entre los géneros redunda en que las mujeres y los niños son, de un modo desproporcionado, víctimas de la pobreza, la inseguridad alimentaria y la enfermedad», asegura el texto.

En países como Mozambique, que se toma como ejemplo para este tema, la violencia en el hogar estalla simplemente cuando una mujer afirma su voluntad de utilizar métodos de planificación familiar. Y lo dramático es que ellas «lo asumen como algo normal».