El uso del móvil y el cáncer cerebral no tienen relación

s. c. redacción / la voz

SOCIEDAD

El mayor estudio hecho jamás sobre la vinculación entre cáncer y móviles revela que no hay ningún riesgo oncológico en usar los celulares

22 oct 2011 . Actualizado a las 10:52 h.

En mayo la OMS situaba el uso del móvil entre las actividades posiblemente cancerígenas aunque sin confirmar. Ayer, la revista British Medical Journal (BMJ) publicaba el mayor estudio hecho jamás sobre la vinculación entre cáncer y móviles, según el cual no hay ningún riesgo oncológico en usar los celulares. El trabajo se realizó en el Instituto de Epidemiología de Copenhague, y lo que es más importante, se valoraron datos durante 18 años en una población amplia, en concreto 358.403 personas. De hecho, el equipo de Patrizia Frei, de la Sociedad Danesa del Cáncer, prolongó hasta el 2007 una investigación que se detenía en el 2002, creando una muestra mucho más amplia de usuarios de larga duración.

Según las conclusiones del estudio, no hay vínculo entre el uso de móviles y un aumento de casos de cáncer cerebral.

El trabajo tiene limitaciones. Por una parte, se controla a población mayor de treinta años, así que no hay datos sobre los adolescentes o niños; por otra, no se incluyen en el estudio los móviles corporativos, esos que reparten las empresas y que en muchos casos son los que tienen los grandes usuarios de los móviles.

Los datos de usuarios los aportaron las compañías telefónicas y eso tiene aspectos positivos y negativos: entre los primeros, la exactitud de los números -por ejemplo, en el importante capítulo de cuánto tiempo lleva una persona usando móvil, y se especifican grupos de trece años o más- y no las aproximaciones; entre los negativos, que no se puede cuantificar el uso de cada persona, ya que habrá muchos que tengan contrato pero apenas utilicen su terminal. Con todo, los científicos no excluyen que aparezca un aumento del riesgo entre los usuarios más acérrimos por un período superior a 15 años, algo que podría ser objeto de estudios ulteriores.

Por lo demás, la opinión general -excepto entre los autores del estudio en los que se basó la recomendación de la OMS- es positiva. Por ejemplo, la BBC cita al profesor Anders Ahlbom, del Instituto Karolinska de Suecia, quien elogió la forma en que se realizó el estudio, y señaló que los hallazgos eran «tranquilizadores».