Otros seis menores gallegos iniciaron el curso con sus nuevas familias
02 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Son mayores, tienen hermanos o algún tipo de discapacidad física o psíquica que hace que su adopción se complique. Mientras algunos padres esperan años hasta que un bebé entra en su hogar, a otros niños les toca esperar. El programa de adopciones especiales Adoptar é Posible, de la Fundación de Apoio á Infancia e ao Benestar (Faiben), ha logrado que este curso escolar seis menores comenzasen las clases desde una perspectiva que desconocían, en una familia.
En los seis años de funcionamiento de este programa han sido 26 menores los que encontraron un hogar. Y en estos momentos aguardan otros dieciséis. La dificultad que acompaña a los niños que forman parte de esta iniciativa es que tienen ya una edad, más hermanos, por lo que deben ser adoptados en grupo, o alguna discapacidad. Quizás por ello también el proceso de adopción suele ser más corto ?apenas hay esperas?, y en el momento en el que la Xunta concede el certificado de idoneidad a la familia, imprescindible en cualquier adopción, la demora puede limitarse a unos pocos meses.
Cinco menores no concluyeron
Uno de los objetivos fundamentales de Faiben es minimizar al máximo el posible rechazo de niños o padres. De los 26 menores que salieron de este programa cinco no concluyeron el proceso, aunque según la entidad solo en uno de los casos fue el menor el que dificultó el proceso adoptivo.