Galicia gana peso en el acelerador de partículas

r. r. redacción / la voz

SOCIEDAD

El científico gallego Abraham Gallas Torreira acaba de ser designado responsable del Silicon Tracker.

08 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

¿Por qué en el universo domina la materia si en el instante inmediatamente posterior al big bang existía la misma cantidad de materia que de antimateria?, ¿dónde se ha ido la antimateria, formada con las mismas partículas, pero con carga eléctrica opuesta? Responder a esta pregunta, uno de los grandes misterios de la física, es el desafío del Silicon Tracker, uno de los seis subdetectores del experimento LHCb en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el mayor acelerador de partículas del mundo que opera en Ginebra. Si se desvela el misterio, Galicia tendrá mucho que ver en ello, ya que el científico gallego Abraham Gallas Torreira, investigador Ramón y Cajal en el Grupo de Física de Altas Energías de la Universidade de Santiago de Compostela, acaba de ser designado responsable del Silicon Tracker.

Este preciso instrumento, dedicado al estudio de los quarks b y que ha costado cuatro millones de euros, ha sido construido e instalado en un proyecto conjunto llevado a cabo por la Universidade de Santiago y la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (Suiza), en una iniciativa en la que también colaboran las universidades de Zúrich y Heildelberger.

«Se trata de un detector clave para el experimento», explica Abraham Gallas, quien explica, desde su base en Ginebra, que es «el responsable del buen funcionamiento del detector en la toma de datos». «Es un puesto de responsabilidad -añade- que supone un reconocimiento a los años que he trabajado en el experimento», aunque también advierte de que ahora tendrá que pasar más tiempo en Suiza. El Silicon Tracker (rastreador de silicio) es un dispositivo diseñado para detectar los rastros que dejan las partículas cargadas cuando pasan a través de las pequeñas tiras de silicio que lo componen. Es fundamental para reconstruir la desintegración de los mesones b (anti-quarks ligeros) en otras partículas más ligeras, que son las que finalmente dejan huella.