«¡Esta es la juventud del papa!», el grito más repetido por la multitud

a. posilio MADRID / LA VOZ

SOCIEDAD

22 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«!Esta es la juventud del papa!». Ese fue el grito que recibió al pontífice en Barajas el pasado jueves y el que se repitió ayer en su despedida. Y ha sido el más oído en todos los actos celebrados en una Jornada Mundial de la Juventud que pasará a la historia por convertirse en el acto religioso más multitudinario que se ha producido en España.

Las muestras de aclamación a Benedicto XVI han sido constantes y masivas en todos los actos, incluso en las calles de la capital, que han estado llenas de feligreses en todos sus desplazamientos, incluida la autopista de Barajas que lleva al aeropuerto. También en los alrededores de la Nunciatura, donde se ha alojado estos cuatro días, lo que agradeció ayer el obispo de Roma al saltarse el protocolo y pararse a saludar a los reunidos frente a ella.

El éxito ha sido incuestionable en cuanto a asistencia y organización, pues a pesar de reunirse millones de personas, no se ha producido ningún incidente reseñable. Y los que se vivieron no fueron responsabilidad de los organizadores.

Recibir

Giselle Azevedo, la misionera brasileña de 28 años que despidió al papa en la reunión que mantuvo con 12.500 voluntarios en el Ifema antes de desplazarse al aeropuerto, explicó con acierto el sentir general de los peregrinos: «Hemos recibido mucho más de lo que hemos dado. Hemos podido maravillarnos con el misterio universal de la Iglesia. Jóvenes de todo el mundo unidos por una única persona: Jesucristo».

Javier Reyes, el maestro de 25 años que también habló en nombre de los 30.000 voluntarios, lo dejó más claro: «Gracias, padre santo, por haberme hecho vivir esta maravillosa experiencia y fiesta de fe, y por tener confianza en nosotros». Y concluyó: «Su testimonio de entrega, manifestado en este viaje apostólico a Madrid, ha sido un ejemplo para la juventud».

En esta misma línea se expresó el rey Juan Carlos en su discurso de despedida en el aeropuerto: «Habéis dirigido palabras de amor y esperanza, así como de aliento y confianza a una juventud depositaria de sentimientos y valores como el compañerismo, la amistad y la solidaridad».

La imagen del papa en lo alto de la escalerilla del avión despidiéndose con la mano cerró una visita histórica. Mientras, en la mente de muchos se oía el estribillo de la famosa sevillana que le dijo adiós en Cuatro Vientos: «No te vayas todavía, no te vayas, por favor, que hasta la guitarra mía llora cuando dice adiós».