La «E. coli» alemana pudo llegar en semillas infectadas

ENRIQUE MÜLLER BERLÍN / COLPISA

SOCIEDAD

Las autoridades vuelven a alarmar a la población y ahora recomiendan no consumir brotes de cultivos propios

14 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El brote de la epidemia que provocó la bacteria E. coli está localizado desde el viernes en una granja biológica ubicada en Bienenbüttel (Baja Sajonia), clausurada desde entonces. Eso oficialmente, porque ayer el ministro de Agricultura del Länder, Gert Lindemann, ofreció una nueva teoría: las semillas que utilizaba la granja provenían de varios países que no identificó, una sospecha que reabre el debate y la incertidumbre.

Ante este nuevo planteamiento, el Instituto Federal de Prevención de Riesgos, uno de los organismos implicados en combatir la epidemia, optó por recomendar a la población que evite comer brotes cultivados en huertos particulares e incluso en macetas, hábito extendido entre los alemanes.

El viernes pasado, responsables de los tres institutos que investigan el origen del «mal de Hamburgo» -el Robert Koch, el Instituto Federal de Prevención de Riesgos y el de Defensa del Consumidor- anunciaron que, «casi con toda seguridad», los brotes de soja de la granja de Bienenbüttel eran la causa de las 35 muertes registradas en Alemania. Sin embargo, hasta ahora no se han encontrado huellas de la bacteria en los brotes de soja cultivados en la granja, salvo el hallazgo hecho en la región de Bonn, donde se detectó la bacteria en una bolsa abierta encontrada en el cubo de basura. Otro aspecto que preocupa es la constatación de que muchas de las víctimas nunca habían comido los brotes ni de otro tipo de leguminosas.

Después de identificar la explotación como el foco de la epidemia, las autoridades investigaron a nueve trabajadores. Cinco mujeres, afectadas por la bacteria, declararon que habían comido brotes de brócoli, ajo y fenogreco, lo que concentró la búsqueda de la bacteria en los brotes de estas tres legumbres.

Los últimos datos sobre la epidemia revelan que 3.228 personas han contraído la enfermedad, el 69% de ellas mujeres. Más de 700 alemanes siguen internados en hospitales al haber desarrollado el síndrome urémico hemolítico.