La nube de polvo del Sáhara ha fertilizado las aguas del Atlántico

SOCIEDAD

Las cenizas son ricas en nutrientes y aportan una mayor productividad

16 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ceniza en los coches y en las casas y una intensa neblina en el cielo que actuaba como pantalla solar en los que hasta ahora fueron los días más calurosos del año. Este fue el efecto del paso sobre Galicia de la nube de polvo procedente del Sáhara. La consecuencia aparente, porque la enorme masa de arenilla del desierto dejó otro efecto menos visible, pero más importante y beneficioso: la fertilización de las aguas del océano, lo que contribuye a aumentar su productividad. El satélite Envisat de la Agencia Espacial Europea (ESA) captó el polvo y la arena moviéndose en altura desde el norte de África hacia el noroeste por el océano Atlántico oriental, en una estela que pasó por el extremo noroeste de la Península (el Cantábrico y Galicia), el extremo occidental de Francia, la punta suroeste de Inglaterra y la costa suroeste de Irlanda. Pero no solo la nube, sino también la proliferación de plancton marino que trajo consigo y que resulta visible, según la ESA, en la foto del satélite, ofrecida ayer, en forma de remolinos azules y verdes, que también se aprecian en la costa cercana a Galicia.

«El polvo -asegura en un comunicado la Agencia Espacial Europea- contiene muchos nutrientes, como nitrógeno, fósforo y hierro, que actúan como un fertilizante y estimulan la producción de las floraciones de plancton masivas». El plancton son plantas marinas microscópicas que flotan en la superficie o cerca del mar y que resultan el alimento básico de toda la vida marina. Contiene, además, pigmentos de clorofila capaces de convertir los compuestos inorgánicos, como el agua o el nitrógeno, en materiales orgánicos complejos.

Sin embargo, este efecto beneficioso del polvo del desierto sobre la productividad marina solo se produce en el medio del océano, y no en la costa, según ha precisado el biólogo Antonio Bode, del Instituto Español de Oceanografía en A Coruña. «Esa zona del mar, a diferencia de la costa, es como un desierto que no tiene ningún nutriente, con lo que cualquier cosa que se le eche va a producir una afloración». Pese a la apreciación de la Agencia Espacial Europea a partir del análisis de sus imágenes de satélite, el experto asegura que el polvo del desierto no tiene ninguna incidencia en los afloramientos costeros -tampoco en la zona próxima a Galicia-, que son los habituales en esta época del año coincidiendo con la primavera por la gran cantidad de nutrientes en el agua, el viento del nordeste y la mayor radiación solar.

«No existe relación causa-efecto entre el polvo del desierto y el afloramiento de plancton en aguas costeras, lo diga la Agencia Espacial Europea, la NASA o lo diga quien lo diga. El afloramiento de plancton en la costa es una condición natural en esta época del año y no atribuible a la nube de polvo».

En cualquier caso, las nubes de polvo del desierto del Sáhara sobre el Atlántico no son un fenómeno inhabitual, más bien al contrario, ya que puede ser transportado a miles de kilómetros por las corrientes de convección atmosférica. Incluso se han encontrado partículas en el Atlántico tropical y el Caribe.