El lujo que rodea a los úrsidos contrasta con la penuria de los marsupiales
09 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Las clases sociales se han instaurado en el zoológico de Madrid. La primera salida al aire libre la semana pasada de Po y De De, los dos pandas nacidos en el segundo parto en cautividad de este tipo de osos en las instalaciones madrileñas, han evidenciado un poco más las diferencias existentes entre los encumbrados úrsidos y el resto de los animales salvajes que habitan este espacio.
Los pandas madrileños se han convertido en la principal atracción del zoo de Madrid. La llegada en septiembre del 2007 de Bing Xing y Hua Zuiba, padres de las actuales crías, significó un incremento de entre el 10 y el 15% de visitantes durante el 2008, aunque la crisis económººica se ha traducido en una caída cercana al 10%, tanto en el 2009 como en el 2010, según los datos proporcionados por un portavoz de la empresa gestora, Parques Reunidos. Ahora se espera que Po y De De provoquen un nuevo incremento de usuarios como el que en su día causaron sus progenitores.
Y este poder de atracción tiene como consecuencia que los pandas sean tratados como los reyes de la cabalgata. Los cuidados son continuos y sus instalaciones son la mejores del parque. Disponen de una gran habitación, con cuna incluida, una zona exterior para las crías, otra para los adultos y una interna a la que solo tienen acceso los cuidadores. En esta área, hoy en día siempre está guardada una de las crías, que se va alternando, para que la madre dé de mamar solo a una, pues cuando paren dos, suelen dejar morir a una para tener alimento suficiente para la otra.
Todos estos servicios hacen que el mantenimiento de los pandas se haya convertido en la segunda partida más cara, pues alcanza los 400.000 euros anuales, solo superada por el acuario marino tropical, que llega a los 600.000 euros. Para mayor referencia, el mantenimiento de los elefantes cuesta 80.000 euros y las distintas familias de patos, 35.000, siempre según datos de la compañía.
Grandes contrastes
Frente a este lujo, una visita al resto de los residentes en el zoo permite observar como el tiempo y la costumbre los han dejado un poco de lado. Posiblemente, uno de los contrastes más llamativos lo producen los koalas, cuyas instalaciones, no muy separadas de la de los pandas, dejan mucho que desear. En este caso, la pequeña habitación imita el ecosistema de estos marsupiales, puesto que las paredes están decoradas con dibujos de árboles similares a los que hay en Australia. Además, los troncos en los que reposan en Madrid están limpios y pulidos, sin una hoja, pero con un tubo de PVC donde les ponen la comida.
Sin embargo, el portavoz de Parques Reunidos informó de que las instalaciones de los koalas están supervisadas y aceptadas por el zoo de San Diego (Estados Unidos), el referente mundial para este tipo de animales. Según explicó, para poder exponerlos, los expertos de este zoo americano visitan las instalaciones y las plantaciones de eucaliptos en las que se producen su comida (están en Huelva), y deben dar el visto bueno a la cesión de los koalas.