Las conclusiones del informe hecho público ayer arrojan luz sobre uno de los graves problemas que amenazan el futuro de la sociedad gallega: la demografía. Casi el 67% de todo el personal que trabaja en el ámbito científico público y privado ?incluidos ambos sexos? no tienen hijos, porcentaje que sube al 71% en el caso de las mujeres.
La mayoría de los trabajadores ven claramente insuficientes las medidas existentes de conciliación. Un dato que se suma a que casi cuatro de cada diez investigadoras creen que es posible que se vean en la necesidad de abandonar su carrera profesional para atender cuestiones familiares, fundamentalmente la maternidad. Un peso que contrasta con el de los hombres, de los que solo el 7% ven como incompatible la paternidad con la descendencia. De hecho, el 30% de las trabajadoras del ámbito científico se han visto alguna vez condicionada por estas cuestiones, un porcentaje que dobla el de los hombres. La secretaria xeral de Igualdade, Marta González, insistió ayer en que resulta necesario generar una cultura positiva para que la maternidad se conciba como un bien social y no como una carga. De cara al futuro, la responsable abogó ayer por medidas de conciliación de la vida personal y laboral que permitan a las mujeres investigadoras desarrollar su vida familiar, e insistió en la «corresponsabilidad» con los hombres investigadores.