Firmaron un manifiesto para reducir el intervencionismo del Estado en las familias
24 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Ocho organizaciones que promueven la libertad de la educación presentaron ayer un manifiesto en favor de la libertad de enseñanza, que responde a la sentencia del Tribunal Constitucional contra unos padres que educaban a sus hijos en casa, sin enviarlos al colegio.
Las agrupaciones que firman el comunicado son Asociación para la Libre Educación (ALE), Madrid Educa en Libertad, Profesionales por la Ética, Objetores.org, Paideia Escuela Libre, Epysteme, Chequeescolar.org y Educación y Desarrollo en Libertad (Fedel).
El texto tiene ocho puntos, que se resumen así: la educación es responsabilidad, sobre todo, de los padres; estos tienen derecho a elegir para sus hijos el tipo de educación que consideren mejor y el Estado debe protegerlos en su decisión; debe haber más libertad para quienes prefieran educar a sus hijos en casa; el Estado debería apoyar cualquier iniciativa social que asuma la puesta en marcha de nuevos colegios si cuenta con el apoyo de las familias; y debe respetarse el derecho de los padres a objetar la participación de sus hijos en asignaturas que conlleven cualquier forma de imposición ideológica o moral.
Educación no es escolarización
La presidenta de una de las entidades, Azucena Caballero -representa a 500 familias que educan en casa-, dijo, según recoge Efe, que la sentencia del Tribunal Constitucional que prohíbe a unos padres educar a sus hijos en casa sin pasar por una escuela reglada es solo eso, una sentencia y «no modifica la ley»; además, añadió que el alto tribunal no aplicó la Constitución: «[en ella] se reconoce la libertad de enseñanza, los padres tienen derecho a elegir el tipo de educación preferente que quieren para sus hijos [...], la enseñanza básica será obligatoria y gratuita..., y ni educación ni enseñanza -interpretó Caballero- son sinónimos de escolarización».
En la misma línea se manifestó Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, quien relacionó el fallo del Constitucional con la obligatoriedad de Educación para la Ciudadanía y la formación escolar en algunas materias. «Es un Estado que pretende arrogarse, sin que nadie le haya dado permiso, el derecho a decidir la conciencia moral y el destino de nuestros propios hijos», apostilló Urcelay.