Treinta gallegos, en la mayor expedición científica de la historia de España

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

El proyecto Malaspina 2010 analizará el impacto del cambio global y la biodiversidad de los océanos

16 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Expedición de Circunnavegación Malaspina 2010 reúne en el buque de la Armada española Hespérides a más de 50 investigadores y 55 marinos que darán la vuelta al mundo en la mayor expedición científica de la historia de España.

El objetivo es desarrollar un estudio multidisciplinar para evaluar el impacto del cambio global y la biodiversidad del océano profundo. Así, se medirán temperatura, salinidad y concentración de nutrientes en las distintas zonas oceánicas, se estudiará el intercambio de gases entre océano y atmósfera, el destino del CO2 absorbido por el mar, la influencia de las sustancias químicas en el océano y su posible toxicidad. También se analizará la diversidad y el metabolismo del fitoplancton, el zooplancton y los microorganismos de las profundidades marinas.

Es un proyecto liderado por el CSIC que involucra además a 19 instituciones españolas y a más de 250 investigadores. Entre ellos, 30 gallegos que pertenecen al Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, la Universidade de Vigo, el Instituto Oceanográfico de A Coruña y el de la ciudad olívica.

El Hespérides partió ayer de Cádiz en dirección a Río de Janeiro, Ciudad del Cabo, Perth, Sídney, Auckland, Honolulú, Panamá y Cartagena de Indias, para recalar en julio en el puerto español de Cartagena. A este buque se le unirá en enero el Sarmiento de Gambo a, del CSIC. Entre los dos completarán 33.000 millas en nueve meses de navegación.

La expedición Malaspina es un proyecto del programa Consolider-Ingenio 2010, está financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y otras entidades y tiene un presupuesto de seis millones de euros.

El equipo realizará pruebas en 350 puntos y recogerá 70.000 muestras de aire, agua y plancton desde la superficie hasta una profundidad de 5.000 metros. El trabajo incluirá el primer mapa por satélite de salinidad marina y el sellado de muestras durante décadas, a la espera de nuevos desarrollos científicos.