Tratan de secuenciar el ADN del poblador más antiguo de Galicia

Francisco Albo
Francisco Albo MONFORTE/LA VOZ.

SOCIEDAD

Los huesos, con una edad de entre 8.000 y 10.000 años, están siendo analizados en un laboratorio británico

29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El pasado marzo se dio a conocer el descubrimiento en una cueva de la sierra de O Courel de los restos humanos más antiguos que se conocen en Galicia. Estos huesos, hallados por miembros del club espeleológico Maúxo , fueron estudiados por científicos del Instituto de Xeoloxía Isidro Parga Pondal, quienes -tras un análisis radiométrico con el método del carbono 14- les asignaron una antigüedad de entre 8.000 y 10.000 años. El estudio de estos restos, que sigue desarrollándose desde entonces, ha revelado ahora más datos: los huesos pertenecieron a un hombre de edad avanzada cuya dieta consistió básicamente en vegetales. Dentro de algún tiempo puede haber más descubrimientos, puesto que los huesos están siendo sometidos actualmente en la universidad británica de York a un nuevo análisis cuyo objetivo es obtener una secuenciación de su ADN.

En caso de que este análisis tenga éxito -según indica Juan Ramón Vidal Romaní, director del citado instituto-, quizá sea posible descubrir vínculos genéticos entre este primitivo habitante de las montañas gallegas y otras poblaciones de esa misma etapa de la prehistoria de las que quedan rastros biológicos en diferentes lugares de la Península y del continente. «Se se logra completar la secuenciación, poderíase investigar tamén se existe algunha relación xenética coas poboacións actuais, ademais de obter datos sobre a fisonomía deste individuo, como por exemplo a cor dos cabelos», añade Vidal.

Toros salvajes

Los huesos humanos fueron encontrados en el fondo de una sima de roca caliza en la que, como se informó en su momento, también se hallaron los primeros restos de uro o toro salvaje ( Bos taurus primigenius ) que se descubrieron en Galicia. Los investigadores, por este motivo, han dado a la cavidad el nombre de Cova dos Uros. El carbono 14 asignó a estos animales una antigüedad probable de en torno a 8.000 años. Vidal Romaní indica que los estudios realizados hasta ahora no permiten saber si el hombre y los toros vivieron en la misma época, porque los análisis radiométricos no pueden llegar a tal precisión. «É posible que fosen contemporáneos, pero tamén pode ser que caesen na sima en épocas moi diferentes, quizá con séculos de diferenza», comenta. Los huesos de los uros también están siendo sometidos a diversos análisis, que serán utilizados en un proyecto europeo cuyo objetivo es hacer «revivir» esta especie extinguida en el siglo XVII a partir de variedades actuales con rasgos genéticos arcaicos.