Veinte años para madurar una idea

Javier Pedreira, «Wicho»

SOCIEDAD

02 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En el mundo de la informática no es nada raro ver como una idea se adelanta a su tiempo, ya sea porque la tecnología todavía no está lo suficientemente avanzada como para hacerla práctica, ya sea porque no ofrece ventajas lo suficientemente interesantes como para hacerse un hueco en el mercado, o, muy menudo, por una combinación de ambos factores.

En el caso de los tablet ha habido productos en el mercado desde 1989, con el GRiDPad, un trasto que pesaba unos dos kilos y medio y medía algo más que un A4, aunque la idea de este tipo de dispositivo es muy anterior.

Pero en estos 20 años, toda una eternidad desde el punto de vista de la evolución de la tecnología, ninguno de ellos había conseguido hacerse con un hueco relevante en el mercado. Incluso cuando Apple presentó el iPad a principios de este año, el propio Steve Jobs dijo que no estaba del todo seguro de que existiera un mercado para este tipo de dispositivos.

Sin embargo, tres millones de unidades vendidas en apenas 80 días tras su lanzamiento en EE.UU. y el que haya seguido siendo un éxito en otros países parecen haber demostrado que sí existía este mercado, y que solo estaba esperando a que alguien diera con la combinación adecuada de precio, prestaciones, y, sobre todo, sencillez de manejo para explotarlo.

El éxito del iPad ha hecho también que otras empresas que tenían proyectos similares en marcha hayan renovado su apuesta por ellos, de forma que es casi imposible llevar la cuenta de todas las que han anunciado su intención de sacar un tablet. Esto, como siempre que hay competencia, no puede sino redundar en beneficio de los consumidores, ya que evitará que Apple se duerma en los laureles y permitirá que aquellos que no comulguen con la religión de la manzana tengan otras alternativas.

Y aunque es complicado hacer predicciones en el campo de la tecnología, creo que no arriesgo mucho si me atrevo a decir que los tablet van a suponer una revolución en la informática, pues permitirán que muchas personas que no se plantearían usar un ordenador sí se atrevan con uno de ellos, y que los que ya llevamos años usando ordenadores descubramos nuevas formas de hacer cosas gracias a los tablet.

Lo que no me atrevo a pensar es dónde estaremos dentro de otros veinte años.