Polémica por el coste de la visita oficial que el Papa inicia hoy al Reino Unido

Imanol Allende LONDRES/LA VOZ.

SOCIEDAD

Los contribuyentes, la mayoría protestantes, pagarán 26 millones del viaje de cuatro días de Benedicto XVI

16 sep 2010 . Actualizado a las 02:31 h.

Si por algo se va a caracterizar la primera visita oficial de un pontífice al Reino Unido en más de cuatrocientos años, la que hoy inicia Benedicto XVI, va a ser por el escaso impacto en la sociedad británica y por el escándalo que ha rodeado en los últimos meses a la Iglesia católica de Roma. Los escándalos de pedofilia en el seno de la Iglesia, su postura con respecto a la homosexualidad y el aborto y su escaso tino al tender una mano al clero protestante que quiera abandonar este credo son algunos de los aspectos que han hecho que esta visita oficial sea tan impopular.

Basta con ver algunos de los titulares de la prensa inglesa de ayer para entender cuál es el ánimo que impera en el Reino Unido ante esta difícil visita del Pontífice. «En la jaula de los leones», titulaba ayer The Guardian, y publicaba una encuesta en la que se desvela que solo el 14% de los encuestados apoyan la visita del Papa, con una mayoría del 57% en claro rechazo. Cincuenta personalidades del país firmaban una carta de protesta por su visita.

Protesta

Varios grupos opuestos a la visita del Papa, incluidas las víctimas de los abusos sexuales, se han coaligado y formado un único grupo de presión, Protesta al Papa, que se manifestará el sábado coincidiendo con la misa multitudinaria en Hyde Park, Londres. Se espera que el papa Benedicto XVI reúna a menos gente que Juan Pablo II en 1982, lo que ha hecho cambiar algunos de los lugares de celebración, grandes extensiones por otras más pequeñas.

Uno de los motivos de la prevista escasa presencia es la decisión de poner a la venta entradas a 30 euros para los actos religiosos, en concepto de ayudas. Otra causa de polémica ha sido el coste de la visita de cuatro días del Pontífice, calculado en unos 26 millones de euros que saldrán de los contribuyentes, la mayoría protestantes y enfurecidos por las intenciones de la Iglesia de Roma cuando hace unos meses decidió tender la mano a todos aquellos protestantes que quisieran abandonar esta fe por la ordenación de mujeres y homosexuales.

Escándalo

Lo cierto es que en este viaje la maquinaria precisa y clínica de márketing del Vaticano no ha funcionado. Solo la pasada semana, el cardenal Walter Kasper decidió no unirse a la caravana pontificia en esta visita tras armar un gran escándalo cuando dijo que el Reino Unido era «un país tercermundista» y una nación plagada «por un nuevo y agresivo ateísmo».

Benedicto XVI llega a Edimburgo por la mañana, visitará a la reina en Holyroodhouse, celebrará una misa en Bellahouston Park, Glasgow, y por la tarde viajará a Londres.