La Xunta quiere retirar eucaliptos del interior de las fragas del Eume

Xavier R. Lombardero REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Medio Rural aprobará subvenciones este año y quitará los árboles con cables o caballerías para no dañar el bosque

21 jun 2010 . Actualizado a las 12:33 h.

En las fragas del Eume crecen trece especies distintas de árboles entre las que sorprende el eucalipto. La Xunta de Galicia quiere retirar esa especie no autóctona, no solo por el impacto visual que lamentan los visitantes, sino por el peligro de expansión que suponen, especialmente en caso de que se produzca algún fuego. Pero los propietarios han hecho oídos sordos a sus propuestas de corta o a las líneas de ayuda planteadas para reforestar con especies frondosas.

Ahora la Consellería de Medio Rural, de la que depende la gestión del parque natural, confirma que este 2010 se aprobarán subvenciones para convenios con los dueños de los eucaliptos. Serán «cifras importantes» que están en trámite jurídico-administrativo. Se trata de resolver una situación de bloqueo tanto para la Administración como para los propietarios privados, pues estos no pueden explotar esa madera de eucalipto de la manera habitual. Al no poder abrir pistas o vías de saca en las fragas, es imposible retirar esos pies, si no es con helicóptero o un sistema de cables muy costoso. El precio de la saca superaría al de la madera, pero la Xunta propone hacerse cargo de la retirada a cambio de una subvención al dueño del bosque y que este acepte no replantar eucaliptos, pinos, acacias... El terreno debe reforestarse con especies autóctonas.

Según el director del parque natural, Luis Costa, «las dos convocatorias de ayudas para cambiar el eucalipto por frondosas, que alcanzaban casi el 100% del coste, no tuvo éxito en el ámbito del parque y ahora se prevén subvenciones específicas para los terrenos situados de la presa del Eume para abajo».

El interés de la Xunta es el mayor y mejor conservado bosque atlántico de la Península, con arroyos donde crecen incluso helechos amenazados, especies relícticas, procedentes de una antigua región subtropical, de hace al menos cincuenta millones de años.

La parte alta del núcleo del bosque se quemó a finales de la década de los ochenta. Un nuevo fuego extendería las semillas de eucalipto «de manera brutal», de ahí la importancia de acabar con ellos en puntos sensibles. Allí los plantaron a mano hace medio siglo y han invadido huecos al producirse deslizamientos de tierras.

El 80% de la superficie del parque es monte particular y el resto se reparte entre el monte público patrimonial, donde ya fueron retirados los eucaliptos el año pasado, el monte vecinal y una franja en torno al cenobio de Caaveiro, que pertenece a la Diputación de A Coruña.

Entre las tupidas masas de frondosas que van desde Rego da Vaca hasta Pena da Aguia, en la otra orilla del Eume vista desde As Neves, se ven manchas de eucaliptos que, según Costa, se desmontarían para retirarlos con caballerías o por medio de cables sin dañar el entorno. Por la carretera de acceso a la vieja central de Ventureira, desde As Neves, los eucaliptales son ya maleza, sin silvicultura alguna.