La tragedia de Bhopal se liquida con 8 penas de 2 años, que no se cumplirán

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

Las víctimas califican de ridícula y vergonzosa una sentencia que llega un cuarto de siglo después del siniestro

08 jun 2010 . Actualizado a las 13:25 h.

«Homicidio imprudente». Las familias de 20.000 muertos, los 150.000 enfermos crónicos y los cerca de 600.000 afectados han tenido que esperar veinticinco años para escuchar estas palabras. Solo que no eran las que aguardaban. Es el veredicto de la Justicia india ante la mayor catástrofe de la industria química de la histórica, la ocurrida en la medianoche del 3 de diciembre de 1984 en la ciudad india de Bhopal cuando un escape en la fábrica de pesticidas de Union Carbide vomitó 42 toneladas de gases letales cuyos efectos aún se mantienen hoy en día.

«Demasiado tarde y demasiado poco». Esta fue la respuesta indignada al fallo judicial de las víctimas y sus familias. Veinticinco años después, la Justicia ha condenado por «homicidio imprudente» a dos años de prisión ocho directivos de la antigua Union Carbide, hoy absorbida por la multinacional Down Chemical. Cada uno de ellos deberá pagar una multa inferior a dos mil euros, mientras que la empresa tendrá que abonar algo menos de diez mil euros. Todos los condenados son indios. Y en la lista falta Warren Anderson, el estadounidense que presidía la fábrica y que ahora vive en su país sin que las autoridades de la India hayan logrado su extradición para juzgarlo.

Pero los ahora declarados culpables tampoco irán a la cárcel. Han salido en libertad bajo una fianza de 88 euros. ¿Dos años de cárcel por matar a 25.000 personas, enfermar a miles y contaminar las reservas de agua? ¿Sónde está la justicia? se preguntaba ayer, furiosa, Rachna Dhingra, una de las dirigentes de la Campaña Internacional por la Justicia en Bhopal. «Esto -añadió- enviará el mensaje a las grandes corporaciones de que pueden venir, contaminar y matar e irse sin ninguna responsabilidad». «Ha sido una bofetada para todos y una decisión vergonzosa», aseguró la activista Rashida Bee, de la asociación de víctimas Chingari. «La gente -dice- ha esperado 25 años este veredicto. Solo han sido condenados los indios. Los extranjeros han sido protegidos».

Recurso

Las asociaciones de víctimas, que han calificado de ridícula la sentencia, volverán a reclamar justicia y ya han anunciado un recurso al Tribunal Superior. «No habrá justicia -anunció Bee- hasta que los individuos y las empresas responsables reciban una pena ejemplar».

«Son penas más acordes con las de un accidente de tráfico que con la mayor tragedia química de la historia», destaca desde España Sara del Río, la responsable de tóxicos de Greenpeace, la asociación que ha realizado varias inspecciones de la planta después del accidente. «Incluso hoy en día -señala del Río- hay niños que nacen con malformaciones por el agua contaminada».

El día de la catástrofe, ninguna alarma de la fábrica avisó del escape, ni hubo ningún plan de evacuación para la población. Las medidas de seguridad de la fábrica, pobres, tampoco funcionaron.