La lotería de subirse a un avión

M. Ch / E. V. P. / A. L. / A. A. REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

La nube de cenizas, de movimientos impredecibles, sigue sembrando el caos en el espacio aéreo español

12 may 2010 . Actualizado a las 10:56 h.

Volar se ha convertido en una lotería. El grueso de la nube de cenizas del volcán Eyjafjalla se ha instalado sobre el Atlántico, junto a Portugal, desde donde se cierne sobre España como una amenaza continua e impredecible. Vientos de 300 kilómetros por hora a más de 7.000 metros de altitud desfiguran y mueven la nube, cuyos brazos invaden la Península de un modo caprichoso, de manera que el pasajero tiene complicado saber si podrá volar a su destino o no. Esta situación se prolongará seguramente hasta el verano.

Al cierre de esta edición, en España se cancelaron ayer 1.138 vuelos y 14 en Galicia, donde además se sufrieron numerosos retrasos. El aeropuerto gallego más afectado fue Lavacolla: más de la mitad de los 56 viajes programados sufrieron alteraciones de consideración, al ser cancelados seis y operados con demora 23. Air Nostrum había anulado una llegada desde Sevilla, así como su correspondiente salida rumbo a la capital hispalense, y Spanair, un aterrizaje procedente de Lanzarote más el posterior vuelo de regreso a la isla canaria. Tampoco llegó a partir hacia Málaga un servicio de Vueling ni tomó tierra otro que Iberia tenía previsto ofrecer desde Madrid. Además, 12 enlaces de ida y 11 de vuelta fueron ejecutados con un retraso medio de 139 minutos. Los usuarios del Santiago-Barcelona de las 14.55 hubieron de esperar media hora, mientras que los de un Tenerife-Compostela de Air Europa tuvieron que aguardar más de siete para alcanzar su destino. Los problemas también afectaron a las rutas de Fuerteventura, Valencia, Dublín, Palma de Mallorca, París, Roma y Gran Canaria, según datos de Aena.

El aeropuerto de Peinador canceló ayer seis vuelos antes de las siete de la tarde, la mayoría en las líneas con Madrid y Sevilla, y tenía previsto suprimir otros dos por la noche. Además, hubo retrasos de dos o tres horas desde media mañana. Entre los vuelos cancelados figura el Vigo-Madrid de las 13.50, el Sevilla-Vigo de las 12.15, y los de Madrid de las 19.55 y las 21.40 horas. Hubo retrasos de hora y media en el Vigo-Valencia, de tres horas en el Vigo-Madrid de las 17.35, y retrasos similares en los vuelos que salían del aeropuerto de Barajas por la tarde.

Esto último afectó a Alvedro, que sufrió numerosos retrasos. Un avión que debía llegar a las diez de la mañana lo hizo a las tres. Por la tarde se cancelaron dos vuelos, ya que el de Iberia con llegada a las 19.25 no logró salir de Barajas, por lo que se canceló también la salida posterior desde A Coruña.