El bisabuelo era un neandertal

SOCIEDAD

La secuenciación del genoma de la especie extinguida revela que existió un cruce genético con el Homo sapiens.

07 may 2010 . Actualizado a las 16:15 h.

REDACCIÓN/LA VOZ. «Tu antepasado es un neandertal». Si le dicen esta frase, no se moleste. No es un insulto. Es una realidad, o al menos en parte. Los humanos modernos, los sapiens, mantenemos en nuestro genoma entre un 1% y un 4% del patrimonio genético legado por los neandertales. O lo que es lo mismo, existió una hibridación entre ambas y diferentes especies de homínidos. Dicho así, esta afirmación poco más o menos que hasta ayer constituía una auténtica herejía para la comunidad científica, que mayoritariamente sostenía que las dos especies coexistieron durante miles de años hasta la extinción del neandertal hace unos 30.000 años, pero que nunca se mezclaron. Pero ahora, la publicación del primer genoma nuclear del Homo neanderthalensis, que recoge hoy en dos artículos la revista científica Science revela que existió el denostado cruce genético.

Menos los africanos

«Excepto los africanos, dentro de cada uno de nosotros llevamos una parte del neandertal», explica el paleogenetista Carlos Lalueza, integrante de uno de los dos equipos del CSIC que ha participado activamente en un proyecto internacional liderado desde el Instituto Max Planck de Alemania por el genetista Svante Pääbo.

«Éste es, sin duda, un avance científico de primer orden, abre una nueva línea de pensamiento e investigación», sostiene el paleobiólogo Antonio Rosas, que también participó en el trabajo y hasta hace poco uno de los escépticos de la hipótesis de la hibridación. «Pero las evidencias son las evidencias», asegura.

El estudio sin embargo, tampoco da toda la razón a los minoritarios defensores del cruce genético, que argumentaban que se produjo en el momento en que los sapiens llegaron a Europa hace unos 40.000 años. Lo hubo, pero mucho antes, justo en el momento en el que los Sapiens empezaron a abandonar África hace unos 100.000 años. «Lo más factible ?apunta Lalueza? es que ocurriera en Oriente Próximo hace entre 80.000 y 100.000 años». La unión fue efímera, pero dejó una profunda huella a los humanos que desde ese punto se expandieron por todo el planeta. Solo los africanos, que no abandonaron el continente, no tienen en su genoma la huella del Neandertal. En el estudio, se comparó el genoma completo de tres individuos (mujeres) neanderthalensis de un yacimiento de Croacia y de otras muestras parciales de otros puntos, entre ellos la cueva asturiana de El Sidrón, con el de cinco genomas humanos: un sudafricano del grupo San, un africano Yoruba, un chino, un francés y un nativo de Papúa.

El estudio arroja otra conclusión sorprendente: sapiens y humanos solo nos diferenciamos en 83 genes, que son los propios de los humanos. Aunque, más que en los genes, la diferencia está en su secuencia de ADN, en las distintas posiciones de los nucleótidos de una u otra especie.