Un cura de la Terra Chá y del Eume critica en misa los casos de pederastia

SOCIEDAD

Afirmó que suponían un comportamiento «digno de escándalo público» por el dolor que producen en quienes lo sufren y por la «podredumbre» de su acción.

30 mar 2010 . Actualizado a las 11:24 h.

El sacerdote Luis Rodríguez Patiño, que atiende parroquias en las comarcas de la Terra Chá y del Eume, aprovechó los actos litúrgicos de anteayer, Domingo de Ramos, y la presencia de un número de fieles en los templos mayor de lo habitual para arremeter contra los casos de pederastia y para criticar la actitud de la jerarquía católica, a la que condenó por su silencio.

En siete parroquias de Guitiriz, Xermade, Monfero y Aranga leyó un texto en el que confesó sentir vergüenza por la situación creada; y aunque destacó que los casos eran pocos en relación con el número total de sacerdotes, sí afirmó que suponían un comportamiento «digno de escándalo público» por el dolor que producen en quienes lo sufren y por la «podredumbre» de su acción. Por ello criticó que la jerarquía hubiese ocultado esos casos mientras no se conocían pese a haberse mostrado en contra de esos abusos en cuanto salieron a la luz.

Patiño, con gran dureza, aseguró en su documento que los que protegen los casos de pederastia con su silencio «son también terroristas»; y definió como terror el estado en que se encuentra el que los sufre y el que no puede contarlos pese a padecerlos. Así las cosas, instó a que cualquiera que conociese esas situaciones cumpliese con la obligación «moral», «ética» y «jurídica» de denunciarlas.

Apoyo a sus palabras

Patiño manifestó ayer que había observado reacciones favorables entre los fieles que acudieron a los oficios en los que se leyó ese texto, que en algunos casos, dijo, le mostraron su adhesión por ese paso dado en público; e insistió en la faceta delictiva de esas conductas porque, agregó, «están matando» el alma de los niños que las sufren.

De todos modos, también reconoció que sus palabras contrarias a la pederastia no eran una voz aislada dentro de la Iglesia católica, y se mostró convencido de que no pocos sacerdotes estaban «cabreados» como él y compartían su «indignación».

Contra la doble moral

Patiño aseguró que tanto sacerdotes como comunidades de cristianos de base rechazaban esa situación, y pedían que la jerarquía se opusiese a esos casos y no actuase con «doble moral»: el mensaje del Evangelio, afirmó, está por encima de los comportamientos personales.

Este sacerdote además se ha mostrado más de una vez defensor del celibato opcional, ya que sostiene que esa condición no debe de ser impuesta a los religiosos.