La medida ha tenido un impacto más positivo en aquellos locales en los que se prohíbe fumar en su totalidad
19 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La actual ley antitabaco, al margen de la futura ampliación que prohibirá fumar en todos los establecimientos de hostelería, abrió desde el principio una guerra de cifra entre los sectores partidarios y contrarios a la medida. Si la Federación Española de Hostelería fue la primera en arremeter con un estudio en el que anunciaba la pérdida de 1.600 millones de euros y la destrucción de 20.000 puestos de trabajo, la réplica, cuatro años después de la aplicación de la ley, viene ahora con un informe elaborado por la Asociación de Economía de la Salud y divulgado ayer por el Comité Nacional de Previsión del Tabaquismo. Según sus cálculos, el sector hostelero no solo no ha perdido con el cambio, sino que salió ganando. En concreto, el sector ganó en el 2006 -la norma entró en vigor el 1 de enero de ese año- 2.200 millones de euros más que el año precedente. También concluye que el empleo de la hostelería (bares y restaurantes) ha aumentado a razón de 34.000 puestos de trabajo al año.
El estudio sobre los efectos de la ley se ha extendido solo hasta 2008, ya que datos posteriores podrían estar influidos por la crisis económica, según el autor del trabajo, el profesor de Economía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Jaime Pinilla.
Los resultados del informe, ha señalado, contradicen las previsiones de la Federación Española de Hostelería, que auguró en el 2005 que la ley perjudicaría a 68.000 establecimientos, que perderían 1.600 millones de euros en ventas el primer año (entre el 8 y 10% del volumen de negocio), con la consiguiente destrucción de 20.000 puestos de trabajo.
Según los resultados preliminares del estudio, la encuesta de presupuestos familiares indica que el gasto en restaurantes y cafeterías ha aumentado un 9% entre el 2006 y el 2007 en Cataluña, una de las comunidades con número mayor de locales libres totalmente de humo.?La media nacional ha sido del 5% por ciento y de más del 4% en regiones como Madrid, donde la ley se aplica de forma «menos restrictiva».
Pinilla ha destacado el caso específico de los establecimientos de comida rápida, ya que el 80% de ellos prohíben fumar totalmente y, por el contrario, han aumentado la facturación un 3% anual, incluso en los años de crisis.
Por su parte, la Federación Española de Hostelería pidió ayer al Gobierno que encargue un estudio «serio y riguroso» sobre el impacto que tendrá en el sector la ampliación de la ley.