Pontevedra ensalza en Enotur a las mejores narices de Galicia

PONTEVEDRA CIUDAD

Óscar Cidanes gana el decimocuarto Campeonato Gallego de Sumilleres.

08 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Saber qué líquido se esconde en una copa negra solo con el olfato convirtió en ganador del decimocuarto Campeonato Gallego de Sumilleres a Óscar Cidanes, del Restaurante Esteban, ubicado en Mos. El primer salón de enoturismo de España, Enotur, que hasta hoy se celebra en el recinto ferial de Pontevedra, fue el escenario perfecto para escoger al sumiller que representará a Galicia durante todo el 2010 y participará en el campeonato nacional. El segundo premio fue para la única chica finalista, Marina Cruces, de la Vinoteca de García, y Nacho Costoya se quedó con el tercer puesto para bodegas Terras de Lantaño.

Además de tener el olfato de un sabueso, los seis finalistas se enfrentaron a una carta errónea, en la que debían reconocer los fallos introducidos. Sobre una mesa blanca y en el escenario minimalista del recinto ferial, los participantes tenían que descubrir si el error estaba en la variedad, la bodega o la denominación de origen. Y como prueba técnica, un examen teórico sobre todos los productos a los que se enfrenta un sumiller profesional -quesos, aceites, vinos, whisky o ron, entre otros-, además de ofrecer el maridaje perfecto del producto con una comida.

La penúltima jornada tuvo mucho de labor docente. Si su aprendizaje solo era con la vista, no tenían más que contemplar a los quince sumilleres que participaron en la primera eliminatoria, pero los más atrevidos quisieron ser protagonistas de una cata. En grupos de 25 personas, pasaban por las manos de Carolina García y Jesús Álvarez, responsable de congresos y enólogo de la bodega Agro de Bazán, respectivamente. Los asistentes degustaban un caldo blanco y un tinto Gran Bazán, Don Álvaro. «La gente responde muy bien y se interesa mucho por lo que prueban», explica García. Y es que parecían profesionales. Oxigenaban el vino, lo probaban y lo que sobraba... al cubo.

Pero no todo fue aprender, el vino sirve también para disfrutar fuera de la copa. «Es muy rico en antioxidantes y aporta calcio, además de un aroma rico, que te transporta a la tierra», explica Marcos Redondo, que durante una hora se encargó de hacer disfrutar gratis a 24 personas con masajes de vinoterapia. Al término de La hora del vino y la belleza , siguió trabajando pero a un ritmo de diez euros por el cuarto de hora. El primer salón de enología no descuida a los enfermos o los niños que quieran probar los caldos. Para ellos, la bodega Raisin d'Or, vende blancos, tintos y espumosos.