Minutos antes de presentar oficialmente la propuesta de Campus Vida, el miércoles, ante un auditorio de más de quinientas personas del mundo universitario, político y empresarial, había nervios mal disimulados entre la delegación gallega.
El rector de la USC, Senén Barro, hizo una precisa y contundente defensa del proyecto santiagués -para lo que dispuso de apenas ocho minutos- y, además, fue el primero de la jornada en intervenir.
Con una chapa en la solapa con el logo de Campus Vida y una sonrisa en el rostro, Barro se mostraba esperanzado sobre las posibilidades de la candidatura, aunque realista frente a la solidez de sus competidoras. «Estou convencido de que imos ter éxito», señaló.
El primer guiño en ese sentido fue el del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, que felicitó personalmente a Barro por la propuesta de Santiago, con un expresivo, «muy bueno vuestro proyecto».
Esa también fue la impresión del conselleiro del ramo, Jesús Vázquez, que se mostraba optimista sobre que la USC fuera ganadora. Además de la «excelente» exposición del proyecto realizada por el rector, Vázquez destacó el desarrollo en I+D+i que incluye Campus Vida, lo que lo convertía en un «proyecto ganador».
Y su vaticinio resultó acertado, pues la de Santiago dio ayer un nuevo paso para competir en la «liga global» universitaria, al obtener la etiqueta de campus de excelencia internacional y, sobre todo, recursos para desarrollar su apuesta, centrada en su especialización en ciencias y tecnologías de la vida.
Para Barro, este proyecto «marcará un antes e un despois», ya que la calificación otorga una certificación global en ámbitos como la agregación, la especialización y la transferencia, claves para el desarrollo de un fuerte vínculo social y empresarial con la universidad.
El proyecto tiene dos etapas y, como explicó el rector, «de aquí ao 2012 xa temos executados ou conseguidos o 60% dos recursos que precisamos para as infraestruturas e demais, por iso este novo financiamento viranos moi ben nese sentido».