España ya se acerca a las mismas tasas de obesidad de Estados Unidos

SOCIEDAD

27 nov 2009 . Actualizado a las 10:49 h.

Dos de cada tres ciudadanos estadounidenses tienen exceso de peso e incluso hay estados en los que más del 40% de sus habitantes son obesos. ¿El resultado? Las enfermedades cardiovasculares y la diabetes tipo II se han disparado y el coste económico asociado al tratamiento de los pacientes ha colapsado el presupuesto del sistema de salud. Estados Unidos es el ejemplo de que la obesidad se ha convertido en su mayor problema de salud pública, pero ni Europa ni España en particular han tomado nota. Es más, España está reproduciendo a un ritmo acelerado el modelo americano y cada vez está más cerca de calcar sus cifras.

«Si no se toman medidas drásticas, en muy poco tiempo, menos de lo que nos pensamos, podremos llegar a alcanzarlos», advierte Gema Frühbech, presidenta de la Sociedad Europa para el Estudio de la Obesidad y una de los 150 investigadores que participan en A Toxa en el simposio Nuevas fronteras en obesidad y nutrición, organizado por el Centro de Investigación en Red Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Cïberobn).

La apreciación no está basada en una sospecha, sino que está avalada por los datos. Los últimos resultados del programa Dcrece indican que la prevalencia de la obesidad en España alcanza ya el 24% y que uno de cada dos españoles tiene sobrepeso. En conjunto, el 65,8% de la población tiene exceso de peso, muy cerca ya de las cifras de Estados Unidos y muy por encima de los datos del Ministerio de Sanidad del año 2006, basados en encuestas. Esta estadística revelaba que el 37,43% de la población tenía sobrepeso.

Triplicado

«En Galicia, las cifras de obesidad se han triplicado desde el año 1979, especialmente en los últimos diez años, y el problema no es ya solo que haya un mayor número de obesos, sino que cada vez son más obesos y a edades más tempranas», constata Rosaura Leis, profesora de Pediatría de la Universidade de Santiago.

El problema es grave, pero los especialistas tienen la sensación de que el mensaje no ha calado en la sociedad, que no se ha concienciado lo suficientemente de su magnitud. «La gente sigue pensando que es un problema estético, cuando la obesidad es una enfermedad y un grave asunto de salud pública, y si la sociedad no está concienciada los políticos tampoco se sentirán presionados para actuar», se lamenta Felipe Casanueva, director de Cïberobn, que agrupa a 27 grupos de investigación de toda España, y organizador del simposio de A Toxa. «Es un problema complejo, de difícil solución, pero es un problema de todos, en el que toda la sociedad debe involucrarse», certifican, casi al unísono, tanto Gema Frühbech como Rosaura Leis. ¿Quiénes? La familia, que debe introducir buenas prácticas alimentarias en sus domicilios; la industria, que debe favorecer los productos saludables y reducir las raciones de alimentos ricos en azúcares y grasas; la escuela, en la que se deben introducir consejos de una adecuada nutrición; los ayuntamientos, que necesitan favorecer entornos más favorables para la práctica física; y la propia Administración, que tiene que reforzar los programas de actividad física. Es la recomendación de los expertos.