El PP pide en el Senado una normativa para garantizar la atención de los alumnos afectados
14 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Hoy es el día mundial de la diabetes y en Galicia coincide esta conmemoración con el problema que una niña de cuatro años tiene en Ourense para estar escolarizada, debido a los controles periódicos a los que debe someterse. De hecho, ayer se pronunció la Xunta en este conflicto y su respuesta fue contundente: no es viable económicamente que haya personal de enfermería en cada colegio para atender a niños con enfermedades crónicas.
Educación ha salido al paso de la polémica y considera «insostible e desproporcionada orzamentariamente» la idea de incorporar enfermeras a los centros de enseñanza para garantizar la atención a todos los niños y, especialmente, a los que presentan patologías crónicas.
La propuesta fue realizada por la federación gallega de diabéticos. En su opinión, sería la solución a los problemas de atención denunciados por la familia ourensana y la vía para aclarar definitivamente el papel del profesorado, que en ocasiones se ve moralmente obligado a realizar tareas asistenciales que legalmente no le corresponde hacer. Ante la polémica de la niña diabética del colegio de A Valenzá (Barbadás), la consellería asegura que «todos os nenos que teñan calquera necesidade están plenamente atendidos pola coordinación entre Educación e Sanidade a través do programa Alerta Escolar».
Los maestros y los fármacos
CC.?OO. defiende la actuación de los profesores y del colegio O Ruxidoiro, de A Valenzá. Recuerda un portavoz, Álex Portela, que «os profesores temos absolutamente prohibido subministrar medicamentos aos rapaces; dende o centro non hai ningún tipo de neglixencia porque non hai persoal capacitado». Portela ve con buenos ojos la incorporación de personal de enfermería a los centros, pero advierte la complejidad económica de esa medida.
Mientras esto ocurre en Ourense, en Madrid la senadora coruñesa del PP María Jesús Sainz presentaba una moción en la Cámara alta para pedir «una normativa legal que garantice que los alumnos con diabetes reciben en los centros educativos la ayuda, atención y supervisión que su enfermedad requiere», alegando que en la actualidad hay un gran vacío que supone que una de cada cuatro familias con un niño diabético ha tenido problemas por parte del colegio para la atención del menor.