Dongtan, la ecourbe china que nunca salió del papel, aunque se sigue vendiendo igual

A. C. M.

SOCIEDAD

07 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El mayor ejemplo de fracaso entre los grandes proyectos de ecociudades es Dongtan, que ya debería estar ocupando 86 kilómetros cuadrados en las afueras de la metrópolis china de Shanghái, pero naufragó después de que un escándalo de corrupción en el sector hizo que la ciudad cambiase sus reglas de construcción. Sin embargo, la oficina británica Arup sigue afirmando que el único problema es «un atraso en el proceso de decisiones».

El ritmo frenético en el que la población de China abandona el campo para vivir en las zonas urbanas desafía los límites de la naturaleza como en pocas regiones de la Tierra. Según la oenegé Worldwatch Institute, 16 de las 20 ciudades más contaminadas del mundo están en territorio chino. El año pasado, el número de habitantes de las urbes superó por primera vez el de la zona rural, y se espera que en las próximas dos décadas unos 300 millones de campesinos sigan el mismo camino.

La necesidad de construir decenas de ciudades desde el inicio es ambigua. Por un lado, hay la demanda de más grúas y el consecuente aumento de las emisiones de gases (la construcción es responsable de la mitad del CO2 que China envía a la atmósfera). Pero se abre también la oportunidad al desarrollo de un nuevo modelo de planeamiento urbano.

El Gobierno chino, hambriento por despegarse de la fama de hipercontaminador, optó por el camino difícil. Contrató Arup para diseñar el proyecto, que pretendía convertir una parte de la isla fluvial de Chongming en una ciudad que abrigaría hasta medio millón de habitantes, de los que los primeros 10.000 ya podrían mudarse en septiembre del 2008. Una rápida visita a la página Google Maps muestra que nada ha cambiado en los últimos doce meses: el sitio sigue siendo una isla creada con residuos depositados en el río Yangtze después de la deforestación de sus bordes.

Para limpiar su imagen de nación contaminadora con un proyecto fracasado de ecociudad, China ahora invierte en Tianjin, una urbe para 350.00 inmigrantes de Singapur donde el agua será reciclada de la lluvia y un 90% del transporte será público. Las obras empezaron el año pasado.