La Estación Fitopatolóxica do Areeiro, en Pontevedra, trabaja en la identificación de patógenos que afectan a los bosques de ribera y otras masas forestales gallegas. Su director y jefe del servicio de Fitopatología, Pedro Mansilla, apunta a una combinación de factores en la seca de los alisos. Sobre la grafiosis dice que es una enfermedad complicada, sin apenas solución más que talar árboles atacados.
-¿Ya tienen un diagnóstico sobre el mal de los «ameneiros»?
-En los olmos se sabe que es la grafiosis, pero en los alisos no está claro qué patógeno es. Puede ser un hongo o un complejo fúngico, un compendio de patógenos y causas bióticas y abióticas, sin descartar un solo hongo.
-¿No se secaron siempre?
-Es un problema de hace muchos años que, a veces, se escucha más. Se parece a lo que en su momento ocurrió con la «seca» de la encina. En todo caso, la Administración ha tomado cartas en el asunto y en unos meses esperamos conocer lo que ocurre para tomar medidas.
-¿Hay novedades sobre el nematodo del pino que amenaza desde Portugal?
-Allí apareció en 1999 pero el Bursaphelenchus xilophilus aún no se detectó en Galicia. Desde julio un plan para evitar su entrada. Está asociado a distintos insectos de la madera, que los llevan adheridos de un árbol a otro. Ahora comienza el período en que prolifera su principal insecto vector, el Monochamus galloprovincialis y aparecieron los primeros adultos en las trampas instaladas en la zona fronteriza Pontevedra-Portugal y en Campo Lameiro. Eso es bueno, porque de haber Bursaphelenchus xylophilus se diseminaría poco.
-Los años insectos y hongos causan grandes pérdidas en los castaños y sus frutos. ¿Tienen ya remedios?
-Sí frente al chancro, plaga importada. Confío en que en el 2010 podremos comenzar a inocularlos. Pero los resultados para parasitar y controlar los perforadores no son totalmente satisfactorios.