Los españoles se preocupan «a medias» por el medio ambiente

A. Prádanos

SOCIEDAD

El 96% se dice dispuesto a tomar medidas pero siempre que no le suponga un coste directo.

20 ago 2009 . Actualizado a las 21:29 h.

A los españoles ¿nos preocupa el medio ambiente, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales? De boquilla, sí. En la práctica, según.

Depende de si el cuidado del medio natural genera algún gasto extra, de si supone algún esfuerzo o provoca cierta incomodidad. El 96,% de los ciudadanos aceptaría tomar determinadas medidas para proteger el medio natural y crecer de forma más sostenible, sobre todo si no tienen un coste directo y las sufragan las administraciones, como reducir el ruido de las vías de circulación, restringir el consumo abusivo de agua o instalar parques de energías renovables. Sin embargo, sólo uno de cada cuatro (23,1%) está dispuesto a rascarse el bolsillo y pagar algo más por el uso de energías alternativas.

De la Encuesta de Hogares y Medio Ambiente difundida este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se deduce cierta hipocresía colectiva en este aspecto. Crece la conciencia social sobre el impacto ambiental de nuestro modo de vida, pero cuesta modificar hábitos, sea por inercia, sea por su coste económico inicial. Los avances, que los hay, son lentos y dan una de cal y otra de arena.

El agua es uno de los capítulos donde salimos mejor parados. El consumo doméstico representa apenas el 20% del total -la agricultura buena parte del 80% restante, y en mucha menor medida las actividades industriales y turísticas-; aun así, el 97% de los españoles practica el ahorro en alguna de sus modalidades: lavavajillas y lavadoras a plena carga, ducha en vez de baño, cierre del grifo durante el enjabonado, limitadores del chorro y de la cisterna, etc.

También se recicla, sobre todo residuos con larga tradición de recogida selectiva, caso del papel y cartón, vidrio o envases. Tres de cada cuatro hogares discriminan estos materiales para llevarlos a los contenedores correspondientes. Seis de cada diez separan además residuos orgánicos. El 72,3% asegura hacer lo propio con pilas y pequeñas baterías y un porcentaje similar recicla medicamentos caducados o no utilizados. Los residuos peor tratados en los hogares españoles son los tubos fluorescentes, los productos químicos, de limpieza y pinturas, y los aceites usados para cocinar; ninguno de ellos llega al 30% de reciclado.

Como motivos principales se aduce la ausencia de servicios de recogida de estos materiales a una distancia razonable del hogar, la falta de espacio en el domicilio o bien que por pequeñas cantidades no merece la pena molestarse.

El acceso a la energía eléctrica es casi universal en los hogares españoles. Le siguen como principales fuentes energéticas los gases licuados del petróleo (bombona de gas), presentes en el 42% de las casas, y el gas canalizado en el 40,5%. No llegan siquiera al uno por ciento las viviendas con paneles solares. Andalucía es donde más se apuesta por esta energía limpia, presente en el 3 por ciento de los hogares de esta comunidad.

Temperatura y coches

De acuerdo a los datos del INE, siete de cada diez viviendas españolas disponen de calefacción, y un 35,5% cuenta con aire acondicionado. Las temperaturas medias programadas son los 21,3 grados para caldear la casa, y 22,3 grados para enfriarla. Las persianas y las contraventanas son los mecanismos de aislamiento térmico más habituales (94% de los hogares).

Apenas cuatro de cada diez cuentan con dobles cristales, sólo el 23% dispone de toldo y menos aún (11,4 por ciento) de ventanas con rotura de puente térmico que mejoran el aprovechamiento energético.

El 85,5% de las viviendas tiene alguna luz de bajo consumo, incluidos los halógenos y las fluorescentes de toda la vida. A pesar de las campañas de concienciación, todavía cuatro de cada diez personas utiliza el stand by en los aparatos eléctricos -la opción que deja el piloto rojo encendido y sigue gastando energía- y entre el 35 y el 45 por ciento de los encuestados admite desconocer la calificación energética y el grado de consumo de sus electrodomésticos.

En el examen de la conciencia medioambiental el coche es el talón de Aquiles de los españoles. El parque de vehículos para uso personal supera los 19 millones entre turismos (88,7%), furgonetas y motocicletas. Tres de cada cuatro hogares disponen de coche privado; de media, 1,6 vehículos por hogar. A la hora de adquirir un vehículo el precio es el factor decisivo para la inmensa mayoría -seguido del consumo, la seguridad y la marca-, y a mayores ingresos, coches más imponentes. Sólo el 4,4% de los compradores piensa en el calentamiento global y en las emisiones de CO2 al comprar un automóvil, según la encuesta.

Apenas uno de cada cinco (21,7%) ciudadanos se mueve habitualmente en transporte público, y un 30,3% va a pie.

La mayoría, el 45,3%, utiliza coche o moto para sus desplazamientos. La comodidad, la mala combinación del servicio público y las necesidades laborales son, por este orden, los tres motivos principales para tirar de vehículo propio.