El candidato al tercer trasplante de cara apenas puede comer ni respirar

Alejandro Posilio

SOCIEDAD

Un paciente de Barcelona se suma a los de Valencia y Sevilla en espera de donantes de un nuevo rostro

12 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Ya son tres personas las que esperan una nueva cara en España, pues la Comisión Nacional de Trasplantes autorizó ayer al Hospital Valle de Hebrón, de Barcelona, a realizar esta intervención quirúrgica a un paciente que sufre un «deterioro severo de los órganos de deglución y respiración», según informó el coordinador de la Organización Nacional de Trasplantes, Rafael Matesanz. Esta autorización se suma a las que se concedieron en junio a los hospitales La Fe (Valencia) y Virgen del Rocío (Sevilla).

La primera de las tres intervenciones se hará donde surja el primer donante, según Matesanz, quien expresó sus esperanzas de que una o dos se lleven a cabo antes de que finalice el año. De hecho, el verano es una época propicia para que se realice, debido al perfil de los donantes, pues en vacaciones fallecen más jóvenes por traumatismos, aunque han descendido considerablemente los accidentes de tráfico. Eso sí, Matesanz aclaró que los receptores «no compiten», porque no tienen el mismo grupo sanguíneo y son de zonas geográficas distintas.

«No vale cualquier cara», según aclaró el gerente del Hospital Valle de Hebrón, José Luis de Sancho, en referencia a los requerimientos selectivos que debe cumplir el donante en cuanto a morfología, color de piel y compatibilidad sanguínea. «No es como el tique del supermercado, que el que llega primero, primero se sirve», aclaró, con independencia de que la operación se haya autorizado antes. Pero todos los donantes deben ser menores de 45 años, tienen que contar con la aprobación familiar y cumplir analíticas que garanticen que las posibilidades de rechazo sean mínimas.

Al igual que las siete intervenciones realizadas en el mundo (cuatro en Francia, dos en Estados Unidos y una en China), los casos aprobados en España no solo tienen un componente estético, sino que presentan funciones vitales afectadas y ya han pasado varias veces por el quirófano para intentar corregir estas malformaciones. «Los médicos entienden que solo un trasplante de cara puede solucionar la situación», afirmó Matesanz.

Del paciente que espera un nuevo rostro en Barcelona no se sabe su sexo, ni su edad, ni qué le causó la deformidad facial, pues la familia ha solicitado que no se faciliten datos de él. Sin embargo, la aprobación ha llegado solo quince días después de que el pasado 27 de julio el centro sanitario barcelonés solicitara el permiso de la operación. «Probablemente es el que tiene mayores complicaciones funcionales de los tres y carece de contraindicaciones clínicas para someterse a la intervención», indicó el coordinador.

Esta intervención, en la que se extraen tejidos blandos de la faz de un fallecido para insertarlas en otra, está indicada para pacientes que sufren grandes deformidades, provocadas por quemaduras, un fuerte traumatismo o un tumor y que, además de problemas estéticos, les impide llevar una vida normal.