Confunden unos percebes en Gales con un monstruo marino

M. C.

SOCIEDAD

Un experto aclaró a los alarmados turistas que aquello era una delicatesen en España, aunque desconocía cómo se comía

07 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Fue como una aparición. Una extraña criatura emergió el pasado fin de semana de las aguas en la playa de Oxwich, en la península de Gower, en Gales. A primera vista era como un mutante submarino que enfocaba sus oscilantes tentáculos, a modo de bailarina hawaiana, en dirección a los curiosos agrupados al borde del mar. La aparición transportó a ese grupo de habituales del lugar a un capítulo de una serie de extraterrestres. Un experto autóctono aseguró que parecía quitado de Doctor Who . Aunque los que nunca hayan visto la producción británica podrían compararlo con un híbrido entre una longaniza y un erizo al que le han salido uñas.

El hallazgo inició, al parecer, una serie de especulaciones que trató de zanjar el profesor de la Universidad de Swansea, Paul Brain. Fue el encargado de disipar los temores frente a un presunto ataque alienígena en los arenales galeses a modo de desembarco de Normandía.

Tal y como publicó esta semana el Daily Mail Reporter, el experto explicó cómo ese animalillo o animalillos que tanto temor había o habían despertado entre los que estaban en la playa eran percebes, toda una delicatesen en España, lo que no había visto nunca era cómo hacían los españoles para comerlo. Pero, con todo, reconoció que aquella mata aparecida en la costa británica, de unos dos metros de largo, era la más grande que había visto hasta el momento.

Aunque observando de cerca al percebe galés, cualquier vecino de Corme o de Cedeira podría alinearse con las teorías de los locales ingleses al haber manejado la opción de que eso que han encontrado en Gran Bretaña es una criatura que nada tiene que ver con el percebe que crece en las rocas gallegas. El parecido entre unos y otros es semejante al que puede tener un luchador de sumo (grande y gordo como el marisco gallego) o un modelo esbelto que apenas tiene donde agarrar (largo y con poco que comer como el galés). Entre el producto de unas aguas y otras, aunque ambas son frías, aún hay un trecho.