«La energía debe salir del debate político y ser un pacto de Estado»

SOCIEDAD

Herranz Puebla asegura que este es un momento «inmejorable» para que España se suba al carro de las centrales nucleares para evitar la dependencia del exterior

22 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Responsable de un grupo de 14 personas que trabajan en la seguridad de reactores de centrales nucleares, Luis Enrique Herranz es el director del Programa de Seguridad Nuclear del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) del Ministerio de Ciencia e Innovación.

-Tras años de silencio, parece haberse abierto el debate sobre la energía nuclear.

-Hasta ahora ha sido un tema del que nadie ha querido hablar y hemos llegado a una encrucijada energética en la que todas las energías, y más en un país como el nuestro que somos energéticamente pobres, son necesarias. Al menos deberíamos discutirlo desde el punto de vista técnico. Yo insisto mucho en que la cuestión energética no es política, aunque se trate de llegar a esos lares. Es una cuestión tecnológica y de futuro. Ahora afortunadamente tenemos la ocasión de hablar de todas las energías y la nuclear es una de ellas. En el caso de nuestro país, donde no tenemos combustibles fósiles autóctonos, excepto carbón, puede ocupar un papel importante en el plan energético de futuro.

-¿Con la crisis económica se ha visto visto una mayor dependencia del exterior?

-Cuando uno habla de estas cosas desde el punto tecnológico, y no político, se asombra. Te asombras cuando ves que de la energía que España consume importamos el 85%. Esto es realmente catastrófico desde cualquier punto de vista, particularmente el económico. Será imposible que nosotros tengamos producción competitiva si pagamos energía a precio de importación en lugar de generarla de forma autóctona. Además del punto de vista económico existe otro, que es el de desarrollo sostenible, que está muy ligado al cambio climático. Nos hemos dado cuenta de que hay cosas tremendamente importantes, como es el clima, sobre el que estamos influyendo de una forma determinante. El desarrollo económico y el cambio climático han vuelto a polarizar la atención en la energía nuclear y hacer que personas que en su día tomaron decisiones políticas en contra, como Felipe González con la moratoria, sean capaces ahora de decir que sería conveniente abrir el debate.

-¿Se ha sabido explicar qué es, qué consecuencias tiene, la energía nuclear?

-Nosotros no hemos sido demasiado buenos contándolo, porque no es sencillo de contar. No es como el carbón que se quema y el calor que produce, etcétera. No lo hemos explicado bien. Pero, curiosamente, se ha contrapuesto la energía nuclear al tema del medio ambiente y a las energías renovables. Con las energías renovables la complementariedad es total.

-¿Y los residuos?

-La energía nuclear produce residuos radiactivos, pero tecnológicamente son manipulables, sabemos cómo hacer para que no afecte al medio ambiente. Los concentramos y los asilamos. Mientras, las energías fósiles liberan esos restos al medio ambiente y los diluyen en la atmósfera. Desafortunadamente, nos hemos dado cuenta tarde de que la atmósfera no es capaz de asimilar todo el dióxido de carbono que estamos emitiendo, y eso está teniendo unos efectos muy nocivos.

-¿En qué lugar está España desde el punto de vista técnico y político respecto al desarrollo de la energía nuclear?

-Si España decidiera comenzar a construir centrales, la industria nuclear española podría dar cuenta del 80% de la contrucción. Tenemos ingenierías que están trabajando en proyectos nucleares en Asia y Estados Unidos. Tenemos fabricantes de equipos pesados, que exportan material pesado nuclear a distintas partes del mundo. Tenemos Iberdrola, por ejemplo, con proyectos en Argentina y China. La industria está en buena forma porque ha mantenido su conocimiento gracias al trabajo extrafronterizo. Políticamente, el tema es curioso. Yo no hablo de energía hablando de izquierdas y derechas. La energía no debe relacionarse con tendencia política ninguna. No obstante, es evidente que incluso dentro del partido gobernante hay voces que claramente reclaman al menos prestar atención a la energía nuclear como alternativa al sistema energético. Creo que lo más importante sería que la energía saliera del debate político y se convirtiera en un pacto de Estado. Porque las decisiones sobre energía que se toman hoy se ponen en práctica dentro de veinte años. Un pacto en el que intervinieran los técnicos y no los políticos.

-¿Cree que sería ahora un buen momento para subirnos al carro de este tipo de energía?

-La situación actual es inmejorable para hacer un replanteamiento. Tenemos una industria potente que colabora con proyectos internacionales y tenemos investigadores de prestigio en todas las áreas que merece la energía nuclear.

-¿Qué se le puede decir a los ciudadanos?

-Les diría que piensen de cuántos accidentes nucleares han oído hablar. Todos ellos mencionarán Chernóbil. Ha sido una catástrofe, pero hasta hoy los únicos muertos de Chernóbil han sido 51 en más de 50 años de energía nuclear.