«Sin límite de fondos curaríamos todas las enfermedades»

SOCIEDAD

Nobel e hijo de nobel, apunta a que con recursos podría frenarse el envejecimiento

15 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Catedrático de la Universidad de Stanford, recibió el Nobel de Química en el 2006 por sus estudios de las bases moleculares de la transcripción eucariota. Prácticamente medio siglo antes, en 1959, lo había recibido su padre. Roger David Kornberg ofrece esta noche una conferencia en el Teatro Principal de Santiago a partir de las 20 horas, dentro del programa ConCiencia . De una educación casi exquisita y extremadamente claro en sus respuestas, este científico americano arremete duramente contra la Administración Bush y su papel ante la ciencia.

-Dice que los Gobiernos invierten poco en ciencia básica, ¿no es rentable políticamente?

-El problema de la ciencia básica es que lleva tiempo ver sus resultados. Un ejemplo, el primer apoyo a gran escala a la ciencia básica por parte de un Gobierno fue el de Estados Unidos en los años 50, con las becas del National Institute of Health. Pues bien, una gran parte de la medicina moderna es un resultado directo de aquella inversión, el único problema es que llevó 50 años ver los resultados. Aquellos políticos hicieron una gran cosa, pero probablemente creyeron que los resultados serían más rápidos. La escala de tiempo de la ciencia básica es mucho más larga que la vida política de un ciclo parlamentario, ese es el problema.

-Y el científico, ¿no debería saber venderse mejor?

-Primero, los científicos deberían saber explicar mejor los beneficios al gran público, y segundo, los periodistas tienen un gran papel, ya que son los intermediarios. Yo mismo sugerí en Estados Unidos que los científicos, mediante sus universidades, hiciesen una campaña para influir en las decisiones a través de los periodistas.

-¿Es Obama más sensible a la ciencia que Bush?

-Obama no solo entiende lo que yo acabo de decir, sino que lo dijo en su discurso de la Academia Nacional de Ciencias. No hay ninguna duda de que es un político muy inteligente e iluminado. El problema son el resto, con los que el presidente tiene que trabajar en el Congreso, y que siguen viendo las cosas con la corta perspectiva de antes. Pero hay otra gran diferencia entre Bush y Obama, y es que la Administración anterior hizo algo que nunca había ocurrido antes y que espero que no vuelva a ocurrir, querer distorsionar los resultados de la ciencia para apoyar sus propósitos.

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo respecto al cambio climático, ya que cuando se hicieron públicos unos informes sobre este tema, insistieron en que unas partes fueron borradas, e incluso trataron de que esos documentos llegaran a conclusiones diferentes.

-Con fondos ilimitados para investigar ¿solo la vejez o causas externas acabarían con nosotros?

-Sin ninguna duda, y lo digo en base a lo que sabemos ahora y a lo que se puede hacer rápidamente. Seríamos capaces de curar todas las enfermedades, y personalmente creo que incluso seríamos capaces de evitar el proceso de envejecimiento. Esto, lógicamente, crearía graves problemas éticos, pero ese no es un problema de los científicos. El trabajo del investigador es dar el conocimiento y la tecnología, y es labor de la sociedad decidir que hacer con ella.

-Si todo es una cuestión de recursos, ¿hay entonces intereses para no descubrir el tratamiento de enfermedades?

-No, no lo creo. El problema es que no se aprecia que esto sea posible. Si el público pudiese entender lo que acabo de decir, y lo asumiera así, la presión en el sistema político sería insoportable y tendrían que aportar más fondos.

-¿Sería usted científico si hubiese nacido en otra familia?

-Estoy casi seguro de que sí. Al acabar el instituto empecé Literatura Inglesa, pero después cambié a Química, por lo que no lo hice por mi familia, sino porque fue lo que descubrí que quería estudiar.

-Su padre recibió el Nobel de Medicina en 1959. Usted tenía doce años. ¿Entendía la importancia del premio?

-No lo entendí totalmente en aquel momento. A medida que me hice mayor no solo aprendí el significado real del premio, sino otra cosa más importante. Descubrí que ha habido muchos científicos en la historia y muy pocos se llevaron esa distinción, de ahí que lo que realmente importa es ser un gran científico, hacer hallazgos, y no el premio.