El juez, que condena al médico a abonar 10.300 euros, sentencia que la mujer no fue informada de los riesgos.
05 jun 2009 . Actualizado a las 19:51 h.Cuando decidió hacerse un aumento de pecho, el cirujano no le dijo que no podría dar de mamar a sus hijos, no la informó de que la prótesis de silicona caducaría a los diez años y de que tendría que volver a operarse, ni le explicó los riesgos que conllevaba la intervención quirúrgica. El médico tampoco le describió qué posibilidades existían de que se rompiera la prótesis. Son las conclusiones a las que llegó la Audiencia Provincial de Pontevedra para condenar al doctor Antonio López Pita a indemnizar a Patricia González González con 10.314 euros, más los intereses que se hayan generado desde la demanda, que se interpuso en el 2006.
Cinco años después de someterse a un implante mamario, a Patricia González se le rompió una prótesis. Soltó la silicona dentro de su cuerpo. Tuvo que volver a pasar por quirófano para reparar el problema y colocarse unos implantes nuevos. La paciente tuvo que costear también la segunda intervención sin saber por qué la primera había tenido complicaciones. Toda la situación, con el añadido de no poder dar de mamar a sus dos hijos, le produjo un cuadro de ansiedad que le hizo pasar cuatro años a tratamiento psicológico.
La mujer estuvo representada por el abogado Cipriano Castreje, de la asociación El Defensor del Paciente. Según se lee en la sentencia, el consentimiento informado que firmó Patricia González omite los beneficios, riesgos y contraindicaciones de la operación, una mastoplastia de aumento. Lo que no se demuestra es si falló la intervención quirúrgica o la propia prótesis. En cualquier caso, el magistrado Alfaya Ocampo considera responsable al cirujano.
La prótesis
El modelo de la prótesis era Sebbin LS 90. La asociación El Defensor del Paciente presentó recientemente una denuncia contra Corporación Dermoestética en la que pone en cuestión la calidad de ese material.