Los expertos decidirán los criterios de la adquisición en función de las recomendaciones que dé la OMS
04 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Los españoles podrán comenzar a vacunarse contra la gripe A(H1N1) a principios del próximo otoño. Al menos esta es la previsión del Ministerio de Sanidad y de las comunidades autónomas, que ayer acordaron en el Consejo Interterritorial de Salud que sea el primero de ellos el encargado de negociar con las farmacéuticas la adquisición de unos 12 millones de vacunas, con las que se atendería entre un 25% y un 30% de la población, porcentaje similar al que se cubre en otros tipos de gripes.
Con la negociación centralizada, España logrará mejores precios de venta y se garantizará la disposición de la vacuna en el mismo momento en que las compañías estén en condiciones de distribuirla mundialmente, y al mismo tiempo que el resto de los países europeos. «Así conseguiremos las dosis necesarias para cubrir a todo aquel que lo necesite», afirmó la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, tras finalizar la reunión.
La propuesta inicial en el Consejo de Salud fue que las comunidades abonaran conjuntamente 198 millones de euros para adquirir los 12 millones de vacunas, mientras que el Gobierno compraría otra partida de reserva por valor de 65 millones, para cubrir otro 10% de los habitantes. Pero las autonomías consideraron inabordable esta opción, debido a su mala situación económica, por lo que la Administración central se comprometió a adelantar el pago. No obstante, todavía debe concretarse qué tipo de vacuna será, cuántas dosis se deberán administrar y si podría aplicarse conjuntamente con la de la gripe común, asuntos que se irán dirimiendo en las próximas semanas. Según explicó la ministra, la Comisión de Salud Pública, es decir, los expertos, definirá los criterios de compra de las dosis en función de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la población que sería necesario vacunar.
No parece complicado que pueda llevarse a cabo la compra de las dosis por parte del gobierno, pues el Sistema Nacional de Salud es un cliente privilegiado de las farmacéuticas. Con un crecimiento de más del 6% anual en la facturación, sin contar las adquisiciones de los hospitales, los laboratorios saben que tienen en el sistema español un seguro para tiempos de crisis.
Un viejo objetivo
El acceso a las vacunas contra la gripe es un viejo objetivo de la Administración española. Cuando se inició la expansión de la gripe aviar, allá por el 2003, se produjo un intento de que una multinacional suiza abriera una fábrica de producción en la Comunidad de Madrid. Pero esta compañía fue absorbida cuando el acuerdo aún no se había firmado y España se quedó sin la deseada planta. Luego, la escasa evolución de esa enfermedad redujo la urgencia. Por su parte, la ministra de Sanidad negó ayer que España sea un país exportador de la gripe, ni que tenga un brote propio, en contra de lo afirmado por responsables de la OMS. Jiménez señaló que los casos atendidos no llegan a 200, lo que supone el 1,3% del total, y todos han surgido de contactos con personas que han regresado de México o Estados Unidos.
Del mismo modo, Jiménez reconoció que la OMS podría elevar el nivel de alarma de la enfermedad al máximo, el 6, por lo que la epidemia pasaría a considerarse pandemia, y eso afecta a la expansión de la enfermedad, no a su gravedad. Esta patología afecta ya a unas 19.000 personas en 26 países, según el organismo internacional.