El yacimiento cromañón de Triacastela tiene más de 30.000 años

SANTIAGO CIUDAD

20 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Dos huesos de ciervo han permitido datar con el método del carbono 14 el rastro más antiguo conocido hasta ahora en Galicia del hombre de Cromañón -el Homo sapiens moderno-, al que se asignó una antigüedad de más de 30.000 años. Estos huesos fueron hallados el pasado verano en Cova Eirós, (Triacastela) junto con varios artefactos de la llamada industria auriñaciense. El yacimiento es el más occidental de ese período que se conoce en la cornisa cantábrica.

El hallazgo, realizado por el Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste de la Universidade de Santiago, reviste especial interés científico debido a que en el mismo lugar se descubrió también el único yacimiento gallego del hombre de Neandertal ubicado en una cueva. Este hecho excepcional -en la Península son contadísimos los lugares que contienen un yacimiento cromañón y otro neandertal- permitirá a los investigadores comparar las estrategias de supervivencia de estas dos especies en un mismo territorio y estudiar cómo se adaptaron a las diferentes condiciones climáticas y ambientales que se dieron durante la prehistoria.

El yacimiento auriñaciense de Cova Eirós data de la primera etapa del Paleolítico superior, un período de transición en el que el Homo sapiens colonizó Europa occidental mientras el hombre de Neandertal, que habitó el continente durante unos 170.000 años, se volvía cada vez más escaso. En esa época -según los actuales conocimientos- los neandertales ya habían desaparecido del área cantábrica, pero aún quedaban algunos reductos de esta especie en el sur de la Península, donde se extinguieron hace unos 29.000 años. La edad del yacimiento neandertal de Triacastela se sabrá dentro de unos meses, cuando terminen los análisis radiométricos que se están realizando con la técnica de la termoluminiscencia, que permite retroceder en el tiempo mucho más que el carbono 14.