Galicia ensayará la terapia lumínica para tratar la depresión en ancianos

SOCIEDAD

07 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Está demostrado. La falta de luz induce a la depresión. Especialmente en invierno y en zonas con pocas horas de sol al día, como Galicia, la menor luz ambiental puede llegar a ser la responsable de hasta un 30% de los casos de lo que se denomina como trastorno afectivo estacional (TAE), una de las causas de depresión frecuente en ancianos.

Si el problema está localizado, la solución también parece obvia: la terapia lumínica. O lo que es lo mismo, un aporte adicional de luz difusa artificial para paliar el déficit de la natural, lo que sirve también para reactivar las células de la retina que inician el control del reloj interno del cerebro, el que marca los ciclos fisiológicos de luz-oscuridad y que en condiciones de baja iluminación diurna conduce a la aparición de trastornos cognitivos y afectivos. La fototerapia se aplica ya con éxito en los países nórdicos, Holanda y Japón, y Galicia está dispuesta a seguir el ejemplo.

Es, de hecho, uno de los proyectos en los que está trabajando el Centro de Innovación Tecnológica para la Autonomía Personal de los Mayores y las Personas Dependientes, una institución que, aunque aún no tiene sede física, ya ha empezado a diseñar las líneas de actuación que centrarán sus objetivos. En principio se iniciará ya de forma inmediata un plan piloto en varias residencias de ancianos en el que se intentará verificar, tal y como se ha probado en otros países, la eficacia de la fototerapia mediante el seguimiento del estado psicológico de los mayores que participen en el ensayo.

De lo que se trata, en esencia, es de someter a los ancianos a sesiones de dosis extras de luz mediante lámparas difusas en salas específicas habilitadas para tal fin.

Mejorías significativas

«Se ha estimado que mejorando las condiciones de iluminación y garantizando que los pacientes reciben una cantidad de luz necesaria [10.000 lux de luz blanca durante 30 minutos o 2.500 lux durante dos horas] se pueden observar mejorías significativas, tanto en la depresión estacional como en la no estacional», explica Javier Cudeiro, director del grupo de Neurociencia y Control Motor de la Universidade da Coruña (Neurocom) y futuro responsable del Centro Tecnológico de la Tercera Edad y Personas Dependientes. También existen tratamientos más avanzados que pasan por la utilización de lámparas de luz enriquecida, que emiten un mayor porcentaje de luz de longitud de onda corta (azul), y con las que solo se necesita exponer al paciente a la terapia durante 10 o 15 minutos.

El ensayo forma parte de un programa más completo en el que se pretende llevar a cabo un estudio de campo en el que se analicen las condiciones lumínicas de las residencias de mayores de Galicia con el objeto de determinar si cumplen o no las recomendaciones adecuadas en cuanto a luminosidad. «No parece que las condiciones vayan a ser las más saludables, por lo que, una vez elaborado el estudio, realizaremos una serie de propuestas para su mejora y propondremos los programas de fototerapia», explica Cudeiro. Una segunda fase implicaría un acondicionamiento más profundo de los centros para mejorar también su luminosidad natural.