TDT: demasiado poco y tarde

Javier Pedreira, «Wicho»

SOCIEDAD

La transición de la televisión analógica a la digital se enfrenta al desinterés de los espectadores y la lentitud de las cadenas en utilizar las ventajas del nuevo formato

28 dic 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Según lo previsto en el Plan Nacional de Transición a la Televisión Digital Terrestre, el 2009 será el último año completo en el que en España se emita televisión en su formato tradicional, ya que el sábado 3 de abril del 2010 se producirá el apagón analógico. Esto implica que a partir de ese día ninguna emisora de televisión podrá transmitir su señal en formato analógico y tendrá que hacerlo en formato digital.

Pero dado que esta transición se va a realizar por fases, para el 30 de junio del 2009 aproximadamente un 12,5% de la población ya solo podrá ver la televisión a través de la TDT, porcentaje que subirá a un 32,4% el 31 de diciembre, antes de alcanzar el teórico 100% el citado 3 de abril del 2010, así que para quienes vivan en zonas afectadas por la Fase I de la transición quedan menos de 200 días para que se produzca el apagón analógico.

Hace ya años que se está trabajando en este cambio, para lo cual es necesario dotar a la red de Retevisión, la empresa que se encarga de la transmisión de las señales de radio y televisión en España, de los equipos necesarios, y hacer lo propio en las instalaciones de antena de los edificios en los que se vaya a recibir la señal en cuestión, así como disponer de una televisión con descodificador de TDT integrado o adquirir uno externo, aunque la recepción de la señal es gratuita.

El mencionado plan de transición prevé que el 31 de diciembre del 2008 la cobertura de las señales de TDT alcance el 90% de la población, en lo que no parece haber demasiado problema para cumplir los plazos, aunque habrá que ver cómo va la cosa con ese 10% final, que será el más complicado de cubrir técnica y económicamente, y con qué calidad se recibe en las zonas en las que se supone que ya hay cobertura.

Otra cosa muy diferente es cómo está el asunto del lado de los supuestos consumidores de la TDT, ya que el paso a esta parece que no acaba de despertar el interés esperado y el número de edificios cuyas instalaciones han sido adaptadas ya al nuevo formato va por detrás de lo que sería deseable.

Según datos de Impulsa TDT, la Asociación para la Implantación y el Desarrollo de la Televisión Digital Terrestre en España, a principios de este mes el porcentaje de hogares en condiciones de recibir la TDT rondaba el 45%, con lo que aún manteniendo un ritmo de crecimiento del 100% para 2009, a finales de ese año no se alcanzaría el total de los hogares.

Y hay que tener en cuenta además que el que en un hogar se pueda recibir la TDT no quiere decir que se esté haciendo ni que en él haya un descodificador o una televisión capaces de recibirla.

Y es que de nuevo según datos de Impulsa TDT, hasta un 40% de los espectadores aseguran no haber oído tan siquiera hablar del apagón analógico y lo que este supone, y, del 60% que sí dicen haber oído hablar del tema, solo un 40% manifiestan su intención de hacer la adaptación próximamente, por lo que aún queda una importante tarea de concienciación que llevar a cabo.

Oferta poco atractiva

Pero lo cierto es que no parece una tarea fácil, en especial porque de las supuestas ventajas que aporta la TDT, que entre otras son una mejor calidad de imagen, sonido multicanal, canales de audio en varios idiomas, emisión en formato panorámico y una mayor variedad de contenidos, la mayoría de ellas no se están aprovechando en este momento.

Hoy por hoy solo algunos canales han hecho pruebas de emisión calidad HD a través de la TDT, y en los demás la calidad de imagen por lo general deja bastante que desear porque se usa demasiada compresión al primar la cantidad de canales sobre la calidad; no se emite sonido 5.1 aunque es técnicamente posible; apenas se emite nada en formato panorámico, y, para rematarlo, la variedad de la oferta de programación, salvo honrosas excepciones que intentan hacer programas propios para los canales de TDT, es más bien escasa, limitándose a emitir la misma programación que en la versión analógica, como mucho en otros horarios, cuando no se emiten reposiciones de series y programas antiguos. Es un poco aquello de «300 canales en la televisión y nada que ver».

Y todo esto sin entrar en el tema de la interactividad que se supone que puede ofrecer la TDT, ya que hasta ahora solo un 0,1% de los receptores vendidos son del tipo necesario para poder usar estos servicios en las cadenas que los ofrezcan.

Por otro lado, muchos clientes de televisión por cable pueden recibir las emisiones de los canales de TDT dentro de la oferta de su operador, con lo que tampoco tienen un motivo como para plantearse realizar la adaptación.

Además, en el contexto de la crisis económica en la que ahora estamos inmersos, el futuro de las pequeñas emisoras locales que podrían darle algo de variedad a la programación tampoco parece nada halagüeño, mientras que las grandes cadenas ya llevan tiempo, en realidad desde bastante antes de que estallara esta crisis, haciendo presión para que el Gobierno cree algún modelo de TDT de pago, algo que por ahora no está previsto.

Otras opciones

De todos modos, aunque seguro que yo no soy el usuario estándar de televisión en España, ante la posibilidad de obtener una programación al gusto de cada uno a través de Internet, ya sea mediante descargas autorizadas o no, y viendo los datos de un estudio reciente de la consultora Deloitte que dice que los jóvenes menores de 25 años ven la mitad de televisión que los mayores de 43, mi impresión es que es muy posible que lo de la TDT sea demasiado poco, demasiado tarde? Y que no se va a poder cumplir el plazo del 3 de abril del 2010 para el apagón analógico.