Prevención, sobre todo, y después reutilización, reciclaje, valorización energética (incineración) y, por último, eliminación en vertedero. Este es el orden de prioridades que establece el nuevo Plan Integrado de Residuos que aprobó ayer el Consejo de Ministros y que se marca como gran objetivo reducir en un 20% la generación de residuos en origen.
Para ello se potenciará la recogida selectiva, con especial énfasis en la de materia orgánica para la fabricación de compost, y el reciclaje, que se prevé aumentar en un 10%, aunque también saldrá beneficiada la incineración, ya que lo que se pretende también es reducir la tasa de desperdicios que van a parar a los basureros. Actualmente, algo más de la mitad de los residuos que se generan en España se depositan en vertedero, porcentaje que se espera rebajar a en torno a un 10 o un 12%, aunque para ello sea necesario recurrir en mayor medida a la valorización energética, ya que la cantidad de residuos que pasarán por las plantas de incineración se incrementará en al menos un 30%.
Tasas
El plan mantiene la propuesta de establecer tasas que graven la mayor generación de residuos, tanto a las empresas como a los particulares, aunque no concreta cómo hacerlo.
En la negociación del borrador, Comisiones Obreras había propuesto que, así como se va a establecer una tasa para el vertido, también se incluyera otra para la incineración con el objeto de desalentar esta práctica. Pero la petición no ha sido tenida en cuenta en el plan.
El programa, que el próximo año contará con un presupuesto de 23 millones de euros de un montante total de 300 hasta el 2015, no ha satisfecho a los ecologistas, ya que, según Greenpeace, «modifica el anterior para empeorarlo, promueve una tecnología contaminante de gestión de basuras como la incineración, e incumple la promesa de prohibir las bolsas de plástico».
La eliminación de las bolsas de plástico, de hecho, ha sido uno de los puntos más polémicos. Con carácter orientativo, el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino prevé reducir de forma significativa su consumo en el 2009 y fijar, a partir del 2010, un calendario de sustitución gradual por bolsas biodegradables, cuando era en esta fecha, según los ecologistas, cuando debían haber desaparecido las bolsas de plástico para ser sustituidas por otras biodegradables. A juicio de las organizaciones ecologistas, el plan llega tarde y está falto de medidas y estrategias para ir a la raíz del problema, el crecimiento incontrolado de residuos en la sociedad española.
Revisión bianual
El Plan Nacional Integrado de Residuos se revisará cada dos años y abarca el tratamiento de las basuras domésticas y similares, los residuos de legislación específica (vehículos y neumáticos fuera de uso, peligrosos, pilas y acumuladores, aparatos eléctricos y electrónicos, de construcción y demolición y lodos y depuradoras), suelos contaminados, además de algunos residuos agrarios e industriales no peligrosos.
Además incorpora la Estrategia de Reducción de Vertido de Residuos Biodegradables con el fin de disminuir su impacto sobre el entorno y de contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero causantes del cambio climático.
Según el Gobierno, este plan tiene en cuenta la contribución de los residuos al cambio climático, por lo que incide en medidas que contribuyan a reducir los gases de efecto invernadero. Estas medidas se incardinan en el conjunto de acciones que contempla las Líneas Estratégicas de Cambio Climático aprobadas por el Ejecutivo.
Otro de los objetivos del plan es mejorar la obtención de información sobre la generación y gestión de residuos.