El Gobierno culpa al PP de las críticas al plan Bolonia por no explicarlo

SOCIEDAD

Los sindicatos de alumnos han convocado tres huelgas en un mes contra la convergencia europea

22 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tres huelgas contra el plan Bolonia han intentado paralizar las universidades gallegas otras tantas veces en el último mes. En España, las protestas también arrecian con el encierro de los estudiantes en el rectorado de Barcelona. Los universitarios consideran que el proceso llamado a homologar las titulaciones de toda Europa va a suponer una pérdida en la calidad y una privatización de la universidad. Pero el Ejecutivo español cree que ya no hay vuelta atrás y que la culpa de las protestas actuales la tienen los anteriores Gobiernos del PP porque no supieron explicar la reforma.

«Ahora se discute lo que no se discutió en su momento, en el 2003», dijo ayer en Vigo el secretario de Estado de Universidades, Màrius Rubiralta. Entonces faltó explicación y ahora no hay vuelta atrás, quiso decir el ex rector de la Universidad de Barcelona. Fue en ese momento, con el Partido Popular en el Gobierno, cuando se aprobó el primer decreto para la implantación del espacio europeo de educación superior, que estableció el nuevo sistema de créditos y de calificaciones. El Ejecutivo socialista ha sido responsable del desarrollo de la estructura de las titulaciones de grado y posgrado.

El secretario de Estado considera que todos los colectivos sociales, incluidos los que se están manifestando, buscan la mejora de la universidad pública, pero aseguró que es necesario ordenar la discusión y «respetar la actividad normal de las universidades» y la convivencia.

Mientras Rubiralta hablaba en Vigo, los estudiantes de la Universidad de Barcelona seguían encerrados en el rectorado y preveían pasar allí todo el fin de semana. En Sevilla, los alumnos también pasaron una noche de encierro en una facultad. En Galicia, el sindicato nacionalista Comités (nacido de la fusión de CAF y CAE) sacó a la calle a los universitarios el miércoles, tal y como había hecho el Sindicato de Estudiantes en toda España el 22 de octubre y el 13 de noviembre.

Las tesis de fondo son las mismas: la universidad se privatiza y será más cara, algo que quiso desmentir ayer el secretario de Estado.