Beben, fuman y consumen más cannabis y cocaína que cualquier otro joven de su edad, pese a que, a priori, están mejor formados y tienen una mayor conciencia del riesgo que asumen. Uno de cada cuatro universitarios gallegos (25,2%) fuma porros de forma habitual -en el último mes-, el 81,4% beben alcohol, el 2,5% esnifan cocaína y más de la mitad, el 53,1%, fuman tabaco con regularidad, el doble que el resto de la población. «Son datos terribles que nos han sorprendido», explica Fernando L. Vázquez, profesor del Departamento de Psicología Clínica de la Universidade de Santiago, que ha coordinado una encuesta realizada a 554 alumnos de los campus de Lugo y de la capital gallega, aunque los resultados pueden extrapolarse al resto de los de Galicia, y cuyas conclusiones acaban de ser publicadas en la revista científica Psicología Conductual.
«Más que una encuesta -precisa Vázquez-, es un diagnóstico clínico», ya que los muestreos fueron realizados por psicólogos entrenados.
El mayor estudio de este tipo elaborado en Galicia, y probablemente también en España, arroja datos para la reflexión. En el caso del alcohol se muestra claramente cómo ha cambiado el patrón tradicional de ingesta controlada durante las comidas para pasar al modelo anglosajón de consumo desaforado durante el fin de semana. En concreto, en estos días se multiplica por 25 con respeto al resto de la semana.
Consumo lúdico
«Ahora se da un consumo lúdico que no se asocia al riesgo, lo cual es un error», precisa Fernando Vázquez, quien recalca que tanto el alcohol como el tabaco, el cannabis o la cocaína «son sustancias con gran poder adictivo y el problema de un consumo frecuente implica que bastante gente va a quedar enganchada». No hace falta esperar mucho, sin embargo, para constatar esta nueva situación, ya que otro estudio, aún sin publicar, del mismo equipo ofrece un dato todavía más preocupante: el 10% de los jóvenes presentan cuadros clínicos de dependencia, por lo que necesitarían recibir tratamiento. De este número, el 77,6% son dependientes de la nicotina; el 10,3%, del cannabis, y el 3,4%, del alcohol.
Pero aún hay otro sorprendente: la Universidad, a diferencia de lo que ocurría hace años, es de nuevo un factor de riesgo para caer en la adicción al alcohol, tabaco y cannabis. «Hay un porcentaje de gente importante, entre el 5% y el 10%, que se inicia aquí por primera vez en estas drogas, cuando antes no sucedía», señala el psicólogo.