Una asociación denuncia que hay médicos que recetan determinados fármacos a cambio de regalos
SOCIEDAD
España es el primer país de la Unión Europea y segundo del mundo, detrás de Estados Unidos, en el empleo de medicamentos con menos de cinco años. Esta situación ha provocado que sea el Estado de la OCDE con mayor gasto farmacéutico y de que en los últimos años existan problemas con la seguridad de algunos de los medicamentos. Estos datos fueron hechos públicos ayer por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), que ofreció una rueda de prensa en Madrid para presentar la plataforma No gracias, creada para combatir la influencia, el poder y la intromisión de la industria farmacéutica en la salud de los pacientes.
Según denunció Joan Ramón Laporte, catedrático de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona, la promoción que realizan las industrias farmacéuticas se dirige, sobre todo, a los profesionales sanitarios con el objetivo de moldear sus hábitos y patrones de prescripción y dispensación, a cambio de regalos, viajes e, incluso, el pago de la letra de una vivienda.
Recetan más fármacos
Es más, según reveló a La Voz la presidenta de FADSP, Carmen Ortiz, las compañías del sector suministran contrapartidas más sutiles, como financiar la formación continuada de los médicos, abonando inscripciones en congresos y en otras actividades educativas. A cambio -señala Ortiz-, estos profesionales tienden a prescribir medicamentos de las compañías patrocinadoras y a ser los que más fármacos recetan, además de acostumbrase a valorar los mensajes publicitarios del mismo modo que los científicos.
La industria farmacéutica, según sus datos, dedica entre un 30 y un 35% de su volumen de ventas a la promoción y publicidad de sus productos, lo que supone entre 3.500 y 4.000 millones de euros al año en España. Esta cantidad revierte en las compañías, abonadas por el Sistema Nacional de Salud en el precio de los fármacos.
La responsable de la FADSP asegura que esta es una de las causas que limitan el crecimiento de los medicamentos genéricos en España, que son más baratos y disfrutan del mismo principio activo que los de marca. Y añade que otra de las consecuencias es que en los últimos años se ha producido un aumento de fármacos nuevos que ha provocado graves problemas de seguridad.
Por ello, la Plataforma ha solicitado a la Administración que tome iniciativas para facilitar la formación continuada de los profesionales sanitarios, así como que se exijan declaraciones de conflictos de intereses a los profesionales que forman parte de comités, subcomités y grupos de expertos que hacen recomendaciones sobre el uso de medicamentos.