La policía y los islamistas acosan al primer converso al cristianismo que pide su reconocimiento a Egipto

Heba Helmy

SOCIEDAD

19 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

A Mohamed Higazi lo persiguen la policía y los islamistas por ser el primer cristiano converso que ha osado pedir al Estado egipcio el reconocimiento oficial de su nueva fe. Lleva siete meses escondido, pero le gusta que le llamen por su nombre cristiano, Bishoy. Nunca puede decir dónde se encuentra, porque sabe que lo «están buscando». Sin embargo, Higazi, de 25 años, casado también con una cristiana conversa y padre de una niña de un mes, asegura que no se arrepiente de haber demandado al Estado por defender su «derecho de libertad de creencia». La vida de Higazi dio un vuelco a los 16 años, cuando empezó a profundizar en la fe cristiana, lo que le llevó a pedir el bautismo a los 21. Dos años después tuvo que cortar todo contacto con su padre. Ahora si su padre lo encuentra, lo matará «con sus propias manos», según Higazi. Mohamed perdió su trabajo de periodista y vive cambiando de barrio después de que los islamistas lo amenazaran de muerte, quemaran su casa y lo asediaran cuando se trasladó a otra vivienda. Con el acoso policial y la detención de personas a las que se supone relacionadas con Higazi, su «sueño» es «encontrar un lugar seguro» para su mujer y su hija, asegura. Ahora, apelará una decisión emitida en enero por un tribunal militar que consideró lícito cambiar la religión en la documentación de cristiano a musulmán, pero no al revés.