El embajadador de España ante la Santa Sede ha recalcado que en este momento las relaciones entre el Estado y la Iglesia son «normales, correctas y cordiales».
03 ene 2008 . Actualizado a las 16:34 h.El embajador de España ante la Santa Sede y ex alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez ha calificado las relaciones entre la Iglesia y el Gobierno como «normales, correctas y cordiales», pero ha matizado que hay una gran contrariedad por algunos de los comentarios que pronunciaron el pasado domingo algunos representantes de la jerarquía católica
Francisco Vázquez ha hecho estas declaraciones esta mañana en una entrevista en RadioVoz, en el programa que presenta Pablo Portabales, Voces de A Coruña. Ha añadido que sobre todo hubo dos intervenciones en concreto que ha calificado de muy desafortunadas y que acabaron convirtiendo el acto, en un principio religioso, en un mitin electoral. Vázquez ha querido recalcar que se trata «de un sector muy concreto de la Iglesia».
El lamento de Antonio Rouco sobre que el ordenamiento jurídico español está dando marcha atrás respecto a la Declaración de los Derechos Humanos pone en entredicho la constitución y la actuación legisladora del gobierno de Zapatero. El Embajador ha dicho que será una tormenta que pasará pero que ha molestado mucho y ha manifestado que las relaciones entre el Gobierno y el Vaticano son en este momemento perfectas.
Gobierno bipartito
Por otra parte, el ex alcalde de A Coruña echa de menos sobre todo «el olor» de la ciudad. Al ser preguntado por el gobierno bipartito no ha querido entrar a valorar la marcha de la colición del PSOE y el BNG en la ciudad, pero ha puesto como ejemplo la ciudad de Lugo con un gobierno en minoría que está dando muy buenos resultados después de que el socialista Xose Orozco no hubiera alcanzado nunca desde las elecciones un acuerdo de gobierno con el BNG, y si con el Partido Popular, con el que ha llegado a acuerdos tan importantes como los presupuesto municipales.
Francisco Vázquez se ha mostrado muy afectado por la muerte de Xosé Cuiña al que calificó como un gran político y persona.