Uno de cada tres niños españoles solo comen lo que les gusta

Rafael Herrero

SOCIEDAD

02 ene 2008 . Actualizado a las 11:57 h.

La mitad de los niños españoles rechazan lo que les ponen en la mesa y uno de cada tres solo comen lo que les gusta. A esta actitud de singular capricho y rebeldía ante los manjares rutinarios, que contradice los fundamentos de una alimentación equilibrada, se une el cada vez más acrecentado sedentarismo de los menores durante su tiempo de ocio. Los padres cada vez lo tienen más difícil para transmitir hábitos saludables a sus hijos. Esta es una de las conclusiones más relevantes obtenidas por el estudio de la Fundación Sanitas sobre los hábitos infantiles de nutrición y práctica de ejercicio físico, en el que participaron 1.620 familias con hijos de entre 6 y 14 años de toda España. En la encuesta fueron entrevistadas 3.240 personas, la mitad madres y la otra mitad niños de las edades detalladas.

Las madres consultadas, de las que un 67% trabaja fuera de casa, concluyen que el principal problema para fomentar una alimentación sana en sus hijos estriba en la dificultad para conciliar la vida laboral y personal. El 88% de las madres coinciden en que los hábitos de cocina han cambiado mucho en los últimos años.

El 28% de los niños encuestados afirman que les preocupa el peso que tienen, un porcentaje que aumenta en el caso de las niñas hasta el 35% y conforme avanza la edad. Un 54% dicen no preocuparse nada por este asunto. Las decisiones sobre lo que se come parecen estar cada vez más en manos de los hijos, una tendencia que se incrementa a medida que se hacen mayores frente a la dificultad de los progenitores para reconducir la situación.

Un 30% de los niños aseveran no comer nada que no les guste y a casi la mitad de ellos no les preparan nada que no sea de su agrado, cifra que casi se multiplica por dos cuando el grupo analizado está entre los 12 y 14 años. Mientras que el 64% de las madres creen que se debe educar para que los niños coman de todo y el 40% afirman que sus hijos así lo hacen, solo un 10% de los niños encuestados confiesan que les gusta todo lo que les preparan.

Cuando los padres se enfrentan a la negativa de los niños a comer lo que les ponen en la mesa, un hecho que sucede en el 49% de las familias sondeadas, las reacciones de los padres son múltiples. Un 38% optan por el «no te levantarás de la mesa hasta que te lo hayas terminado todo», cerca de un 15% cede o le prepara otra cosa y un 20% utiliza diferentes trucos: desde pasar por dejarles comer menos cantidad hasta sustituir una comida por otra o incluir un premio del gusto del niño como incentivo.

A pesar de la importancia que los expertos en nutrición otorgan al desayuno, del 98% de los niños encuestados que dicen desayunar en casa la inmensa mayoría (un 75%) solo toman leche o esta bebida con cacao (45%).