La federación investiga más de un centenar de festejos para confirmar si cuentan con los permisos oportunos
30 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.En la próxima Nochevieja se celebrarán en toda Galicia cerca de 3.000 fiestas ilegales, una cifra que supone una reducción de entre el 30% y el 40% con respecto a la registrada hace dos años, pero que sigue constituyendo una amenaza para salas de fiestas y discotecas. El portavoz de la federación gallega de este sector, Samuel Pousada, asegura que las pérdidas ocasionadas a sus asociados en esta noche por las prácticas fraudulentas ascenderán a entre 3 y 4 millones de euros.
«A pesar de la reducción, va a haber muchas fiestas ilegales que se están disfrazando», asegura Pousada, que afirma que en estos momentos su agrupación está haciendo un seguimiento de más de un centenar de fiestas para recabar información acerca de sus permisos.
La federación ha presentado denuncias en los respectivos ayuntamientos contra distintos festejos anunciados, como el del Sporting Club Casino de A Coruña. «Creemos que carece de autorización para hacer una fiesta pública y con ánimo de lucro en lugar de una fiesta privada para socios», afirman. El Casino de Ferrol es otro de los locales que están en el punto de mira de la federación, junto con otras dos fiestas en Vigo (una en O Calvario y otra en una nave en Bouzas), dos en O Grove y una carpa en Portonovo.
Solo en el área de Vigo puede haber hasta tres centenares de fiestas ilegales de fin de año, según datos de la Federación de Empresarios de Salas de Fiestas y Discotecas de Galicia, que estiman que se traducirá en un millón y medio de euros de pérdidas para el sector. La estimación es sensiblemente inferior a años anteriores, donde llegaron a celebrarse hasta 400 fiestas.
Con el fin de intentar erradicar tal competencia desleal, amén de garantizar la seguridad ciudadana, el Concello destinará medio centenar de policías locales a vigilar algunas de las zonas más concurridas.
Con todo, son varias las ciudades donde una de las opciones más habituales de la Nochevieja para intentar escapar del circuito de los establecimientos especializados en festejos es alquilar un local -en Pontevedra es hasta cierto punto común que los grupos de amigos se decanten por contratar restaurantes chinos-, ornamentarlo lo justo y sacar un número limitado de entradas. Las bebidas y las bolsas del cotillón corren por cuenta de los organizadores, que sufragan el gasto con la venta de billetes a amigos y conocidos.